Editado el contenido de la revista "Por Amor al Arte" del Maestro Mario Carreño Godinez

lunes, 1 de julio de 2013

Narraciones

La Lucha de Clases
por : R M P

Parece ser que estos términos fueron empleados por el Socialismo Científico para clasificar las categorías sociales y económicas de la sociedad en relación con los factores de la producción y demás actividades comerciales y profesionales a que el hombre se dedica. Al respecto, un sacerdote muy inteligente, que no recuerdo su nombre decía: “No entiendo por qué la humanidad cree en la existencia de la Lucha de Clases, si todos valemos lo mismo a los ojos de Dios Nuestro Señor”. Esto es cierto, pero lo es en el Cielo, no en la tierra. Aquí es otra cosa muy distinta porque en este mundo el pez grande se come al chico.

El Socialismo Científico contiene esta y otras verdades sobre el origen de la Lucha de Clases. En varios aspectos sus conceptos son venenosos para los hombres ricos y ambiciosos que tienen en sus manos el dinero y las más grandes empresas que generan la producción y los frutos de la tierra. Es evidente que si Marx y Lenin hubieran sido cristianos y no ateos y enemigos del Cristianismo, hubieran sido catalogados como los pioneros de la causa de Jesucristo. Pero el diablo les ganó su entendimiento.

Yo recuerdo que allá por la década de los años 30 el pueblo proletario decía: que nuestro señor Jesucristo había sido el primer Socialista de la Historia Universal y que ellos los inventores del socialismo habían sido los mas grandes colaboradores de Cristo Jesús, después de san Pedro y San Pablo. Sí, en aquel tiempo el Socialismo Científico (no comunismo) se decía de él de su doctrina que había sido la redención de la clase trabajadora. Aquellas proclamas redentoras para el peón, para el obrero y para el pobre en general, llenaron los corazones de ánimo y esperanzas. En tanto los poderosos trinaban de odio, de rencor y de miedo ante semejante monstruosidad. Ellos tenían la convicción de que el pobre, pobre había nacido y pobre debía de morir.

Sí, para los trabajadores el Socialismo era como un nuevo evangelio al recibir aquel mensaje tan fraternal de “¡TRABAJADORES DEL MUNDO UNIDOS!, ¡YA BASTA DE TANTA EXPLOTACIÓN!”. Algunos líderes y políticos aprovecharon para servirse de algunos preceptos bíblicos cristianos para ganarse la mayoría del pueblo en las lides políticas que se pronunciaban en contra de los ricos y hasta en contra del Clero que simpatizaba con los ricos de la DERECHA. Se habló mucho de la emancipación de los campesinos y de los obreros de la fábrica de la tiranía capitalista soportada por muchos años e infundían odio y venganza en contra de los opresores. Naturalmente que no se habían olvidado aquí en México las tragedias del 7 de enero cuando el gobierno porfiriano ordenó al ejército abrir fuego contra los trabajadores textiles de las fábricas de Río Blanco y Santa Rosa, Ver. Luego los mineros de Cananea que cayeron acribillados por las balas criminales de un rico Norteamericano. Fueron recordados y honrados LOS MÁRTIRES DE CHICAGO, todos ellos caídos por lograr una ley protectora para los trabajadores.

Todas esas injusticias del rico conservador en provecho suyo y en agravio de las clases proletarias, dieron lugar al RECRUDECIMIENTO DE LA LUCHA DE CLASES que tanto afecta a la unificación de un país al logro de un nacionalismo fuerte y a un patriotismo integral. Algunos sociólogos piensan que tal vez LENIN tenía pensado implantar en Rusia un Socialismo sano, desgraciadamente murió y las cosas fueron deformadas por su sucesor don José Stalin quien fué un archiasesino y un verdugo para el pueblo ruso con sus COMISARIOS POLÍTICOS fieros encomenderos, mas tiranos aún que los mismos demonios del infierno.

La lucha de clases no podrá acabarse nunca, mientras exista el demonio y los hombres no renuncien a continuar con las obras de Satanás. El rico es un abismo sin fondo. Para el avaro no hay más que un Dios: el DINERO. Ellos, los poderosos del mundo, los dueños del dinero y de todos los BANCOS DE TODO EL MUNDO SON LOS JUDÍOS SIONISTAS, los masones enemigos tiernos de Jesucristo son adoradores de Satanás, según los investigadores independientes. se les ha sorprendido adorando al Rey de las Tinieblas en lugares ultrasecretos, pero como dice el dicho: “DEL CIELO A LA TIERRA NO HAY NADA OCULTO, naturalmente que todo se sabe. Ese gran poderío occidental representa a LA GRAN BESTIA 666 que describe el libro del Apocalipsis de San Juan Evangelista.

Hasta allá llegan las cosas, por eso toda doctrina o teoría que es contraria a los ricos es muy mal vista por ellos, por lo mismo y viéndolo bien, ellos son los causantes de que prolifere en este mundo la lucha de clases. Pero, ¿terminará algún día? Sí, ¡Si, claro que sí puede terminar!, pero: ¿cuándo? Eso será cuando en el mundo se implante un socialismo ciento por ciento social cristiano tal vez después de la PARUSIA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, cuando el diablo sea desterrado para siempre de este mundo y sea el dinero administrado equitativamente para bien de todos y se amen los unos a los otros según el evangelio del Señor. Mientras tanto tenemos qué entrar a la lucha de clases y exigir un equilibrio económico de modo que todos tengamos el PAN NUESTRO DE CADA DÍA.


Los Conventos de Salvatierra

El Convento de los Carmelitas

El hermosísimo Pasaje Peregrina que, partiendo de la calle Juárez, nos conduce a la Plaza de Carranza y Salcedo está compuesto por nueve arcos con fuste cuadrado (al igual que el Portal del Mayorazgo y los de la Escuela Preparatoria, sin base ni capiteles) no siempre ha lucido así su belleza, porque aunque es el mismo, en tiempos de los años de 1950 y anteriores, fue utilizado como cárcel.


Cárcel, prisión, jaula, separos. Cuando niño, me daba pavor pasar por el frente que siempre estaba custodiado por dos policías. Si alguna persona deseaba entrar, uno de los policías gritaba: ¡cabo de turno! y se acercaba otro policía para atender al solicitante.

Un sacerdote me hizo que lo acompañara a los adentros, con los detenidos por haber cometido algún delito.

Mi oficio era cantar y no ayudar en la celebración de la misa como acólito. Por esa razón me extrañaba que algún sacerdote me llevara de ayudante.

El interior del Pasaje Peregrina y fuera de los arcos se encontraba repleto de presos. En la base de las paredes, en el piso hacían comida y calentaban sus tortillas. Los arcos, las paredes y el techo estaban llenos de mugre.

Pensé que estos reos eran los de una condena menor porque, pasando por una pequeña puerta custodiada y con cadenas y candados, se pasaba a un patio cuadrilongo y de paredes muy altas. En estos tiempos es el Auditorio Municipal.

Unos arcos fueron divididos formando celdas, las puertas de ellas eran rejas hechas de mezquite. Me asomé a una y del fondo tenebroso salió un detenido de pelo largo, despeinado y barbón. Sus ojos negros parecían brillar y la parte blanca de los ojos eran en ellos de un rojo encendido como los chispeantes carbones.

Una descarga eléctrica paralizó mi cuerpo, el preso sonrió como dicen que sonríe el demonio y fue entonces cuando corrí hacia el sacerdote y no solté la sotana por largos minutos.

Se celebró la misa, algunos reos comulgaron y ponían la cara de angelitos. Yo no quería mirarlos, solamente quería correr a mi casa que estaba muy cerca, era la primera casa de la calle Zaragoza.

Cuando llegué a mi casa, conté a mis padres lo sucedido; no le dieron importancia a mi relato pero noté que se veían de reojo y hacían muecas como diciendo ¡Ah, “jijos”!

El Convento de las Capuchinas

Estudié la primaria en el Colegio José María Morelos. Está situado en una sección del convento. Se entra por un corto pasillo que llega a un pequeño patio y de allí se pasa al colegio a través de un camino con bóvedas de aproximadamente cinco metros semiiluminado, semifrío. Se pasa al colegio cuyos salones de clases están alrededor de un patio rodeado de portales.

Durante el curso del tercer año, en la pared cercana a una esquina, unos albañiles abrieron a golpes una pared para hacer la entrada a un salón. En ese tiempo, mi carácter era introvertido, reflexivo y muy curioso. Cuando arreglaban el salón, me introduje y antes de que los albañiles me sacaran, noté que en una pared había nichos conteniendo cajas de muerto.

Los trabajos fueron suspendidos durante un tiempo y posteriormente nos dimos cuenta de que contenían cuerpos momificados. Nadie nos creyó y el tiempo tendió gruesas cortinas de silencio. Allí recibimos las clases diarias. Al lado izquierdo del patio y al fondo, estaban los baños, una parte de esa área estaba cubierta de escombros.

Esta parte en donde se encontraba el Colegio fue utilizada, como hospital, según los informes recibidos del sacristán del templo. En la casa contigua al colegio había un terreno en donde se construyó una alberca y en donde tenían sus actividades los niños Exploradores. En la parte que da a la calle hay casas y en una de ellas, estaba una panadería.


El hecho es que había una puerta que siempre estaba cerrada y que comunicaba al colegio con el terreno de los exploradores. Varios niños entramos por el terreno y llegamos a la puerta, cerrada y asegurada, a través de un pasillo con extensión no mayor de tres metros. Encontramos otra entrada sin puerta, penetramos unos pasos.

Forjamos una historia en la que contábamos que habíamos encontrado la entrada al túnel que comunica a los conventos de Capuchinas, el Carmen, San Francisco y la Parroquia, cruzando toda la ciudad. Dimos credibilidad al cuento porque confesamos que después de “varios kilómetros” recorridos, nos dio mucho miedo y salimos corriendo.

La existencia de estos túneles sigue en entredicho, pues nadie, que yo sepa, ha comprobado su existencia. La afirmación de que fueron construidos para escondite en la época de la persecución religiosa, también es dudosa, porque al construir los templos y conventos no se pensaba en que pudiera existir un conflicto entre las autoridades civiles federales y la Iglesia Católica.

El Convento de San Francisco

Los pasos infantiles caminaban por el convento de San Francisco y la gente cruzaba los dos puentes del canal de Gugorrones salpicando como un bautizo con sus frescas y abundantes aguas.

Todavía el aroma de los arbustos “huele de noche” no se disipaban por completo y se mezclaban en competencia con los geranios y el delicado perfume de los rosales del atrio del templo. Daban el primer saludo la blanca estatua del Seráfico y su lobo.

…Las mujeres que llegaban al templo filtraban los buenos días a través de su reboso.


El frío de la mañana congelaba las oraciones dentro del templo y las campanillas de los acólitos las pulverizaban para que siguieran su camino al cielo.

Las paredes de la nave del templo cedieron la elegancia para no distraer la atención que se debe a las esbeltas columnas adornadas con capiteles y hornacinas de estilo barroco del retablo desprovisto de baños de oro para permitir el lucimiento natural de su cantera gris. Desde el frontispicio del templo se prepara la devoción y el recogimiento con la magnífica talla de santos en la cantera de color ocre y rojo quemado.

Una de las características de la ciudad de Salvatierra es la de mostrar sus calles con una vista clara y recta, partes planas y partes en subida y bajada mostrando de forma abierta y franca el principio y el final de las mismas. En esta rectitud de líneas, entresaca espacios para colocar jardines, plazas, portales y rincones bellos repletos de quietud.

De la misma manera se colocaron el atrio y el templo de la Iglesia de San Antonio que, de no ser por la barda baja que los separa de la calle y otro puente del canal, parecería que se trataron de ocultar de la vista profana. Pero no es así ya que desde la calle pueden verse y ser notadas por el curioso observador, en primer lugar un pequeño atrio definido por la barda y la fresca sombra de los árboles.

El templo de San Francisco tiene una puerta de salida a este atrio y el templo de San Antonio tiene su entrada en este atrio. Son dos puertas de madera divididas en cuadrícula y en cada cuadro se talló el pequeño busto de un ángel y ramitas estilizadas.

Si acudimos al templo de San Antonio para recibir el consuelo de nuestros pesares y si acudimos al mismo templo para alabanza, homenaje y adoración a Dios, entonces nos damos cuenta de que con la vista de estas dos puertas artísticamente labradas y con la vista de su fachada fina y hermosamente cincelada, nos encontraremos de pronto en la cumbre de la felicidad.

En los años de 1940, y 1950 el claustro de San Francisco se encontraba lleno de escombros viejos y vigas apolilladas y no pude conocer las celdas de los monjes.

Conocí las celdas del convento de la Capuchinas y del convento del Carmen y, como los que existen en otros lugares, me parecía que estaban cavados a lo largo de los pasillos abovedados.

Estos tres conventos tan diferentes, tienen características parecidas porque cuentan con varias portadas.

El convento de la Capuchinas tiene tres entradas enmarcadas en cantera blanca y una de ellas está simulada.

El templo del convento del Carmen tiene su entrada principal y una lateral que es simulada, fabricadas con cantera blanca y una más hecha con ladrillo rojo.

En el templo de Capuchinas se utilizó como material de construcción el tezontle y en los tres conventos e iglesias se utilizaron también las piedras unidas como era costumbre de la época:

A cal y canto.


R R S

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