Editado el contenido de la revista "Por Amor al Arte" del Maestro Mario Carreño Godinez

jueves, 5 de julio de 2012

Reflexiones


Hoy Quiero Cantar

Hoy quiero cantar
a mi más grande amor
al único que me ama
como yo soy,
al que me consuela
si es que triste estoy
al amor de mi vida,
mi eterno amor,
mi amor es tan hermoso
como pueden ver.
Mi amor es poderoso
porque Él es Dios.
Mi amor tiene nombre,
se llama Jesús,
es Hijo de Dios Padre
es Luz de Luz.
Hoy quiero cantar
a mi más grande amor,
no es la vez primera
que le canto yo
porque Él es mi amado,
es mi Salvador,
dueño de mi vida
y mi corazón
a quien me ha amado tanto
que por mí ofreció
su espalda al verdugo
por mi salvación
que ha hecho los cielos,
la tierra y el sol,
cómo no adorarlo
con todo mi amor,
cómo no adorarlo
si Él es mi Dios.

D H R

Adán

Apareciste de un día para otro, como un forúnculo en el rostro del Universo. Aunque Dios ya te presentía como un enorme tumor en el centro de su conciencia.

Surgiste como orgullosa interrogación muy cerca de la esperanza y muy lejos de la voluntad de tu Creador.

Creciste quebradizo, titubeante, sin saber cómo agradecer el don que habías recibido. Dios te dió un trozo de cielo. En sus mil moradas amaste a tu mujer sin remordimientos, sin llantos, sin querellas. Ahí también la duda echó raíces y fué enredándose poco a poco entre tus deseos, hasta que un mal día tu impaciencia te perdió y supiste lo que era el hambre, el frió el dolor y sobre todo la vergüenza.

Aunque el Señor estaba muy ofendido por tu soberbia, se apiadó de ti, se exprimió el desaliento y se dió a la tarea de crear un dios a tu imagen y semejanza.

J P M


¿Qué es Todo en la Vida?

El verdadero triunfo:
Lograr la familia que anhelas, es mostrar la bondad que recibes, y tener verdaderos amigos.

La verdadera sabiduría:
Aprender a escuchar y saber cuándo opinar, es comprender los problemas y saberlos resolver, y poder brindar al mundo lo que realmente sabes.

La verdadera creencia:
Pedir y saber que nos escucha, es saborear los momentos que comparto con Él, es poder cerrar los ojos y sentir a Dios junto a mí.

La verdadera amistad:
Sentir la hermandad que une a personas de sangres diversas, es saber que su mano siempre estará contigo, es saber brindarle tu ayuda en todo momento, es sentirte más valiente en los momentos difíciles que con ellos compartes, es saber compartir ideas y mejorar tu carácter. Es tener ese apoyo en los momentos importantes.

El verdadero amor:
Poder oler el aire que respira tu pareja, es encontrar la otra mitad de tu alma, es sentir necesaria su presencia, y más que nada saber esperar a su llegada.
Anónimo

Por último, en mi matrimonio evitaré:

Esperar a que mi pareja adivine lo que quiero y necesito.
Espera a que mi pareja se adelante a mis deseos antes de formulárselos.
Esperar a que mi pareja renuncie a su vida personal y me coloque en el centro de su existencia.
Responsabilizarlo de mis frustraciones.
Competir por quién es más o menos, mejor o peor, quién le debe más o menos al otro.
Ser infiel al proyecto en común.
Acumular desaires, desacuerdos, enfados, reproches, faltas de respeto y desilusiones.
Dudar de la otra persona.
Permitir o propiciar los silencios ante situaciones que pueden provocar un desencuentro.
Renunciar a formular nuestras quejas, necesidades y querencias de una forma clara, concisa y directa.
La ironía, el sarcasmo, la crítica destructiva, el grito, el insulto, la ridiculización, la descalificación y el desdén dirigido a la otra persona.
Relegar las relaciones sexuales a un plano secundario. Son imprescindibles para el mantenimiento del compartir, de la confidencialidad y la ilusión en la relación de pareja.
Gestionar mal las cosas prácticas. Una vida en común tiene muchos aspectos tangibles, prácticos y cotidianos sobre los que hay qué llegar a acuerdos. Hemos de hacer frente a tareas domésticas, gastos y otros cometidos familiares.
Creer que sólo yo existo. Recuerden: la relación es cosa de dos, y cada vez que vayamos a hablar del otro, debemos empezar por nosotros mismos

“Amor no es mirarse el uno al otro, sino mirar los dos en la misma dirección.”
Antoine de Saint-Exúpery

Tomados del Libro: “Reflexiones y Pensamientos
para lograr un Matrimonio Feliz”

Historia

El Marquesado de Salvatierra


LOS FRAILES CARMELITAS Y LOS HEREDEROS DEL MAYORAZGO

(continúa del número anterior)... En 1757, la segunda Marquesa de Salvatierra se aventuró en un juicio contra los hábiles religiosos, que culminó con la sentencia del 5 de septiembre de 1758 dictada a su favor por la Audiencia Real de la Nueva España que en lo esencial dice:

A pedimento de la parte de la Marquesa de Salvatierra en los autos que ésta sigue con el convento de los religiosos Carmelitas de la propia ciudad, sobre la restitución, amparo y posesión de las aguas del molino perteneciente a su Mayorazgo… se mandó que la contraria no le inquiete ni le perturbe en manera alguna, con lo respondido con la citada Marquesa al traslado que se le dio pidiendo se le mantenga en la posesión en la que ha estado y está del libre uso de las aguas que lleva la zanja o acequia madre, que va del río de dicha ciudad de Salvatierra para el molino de su Mayorazgo, sin otro desfalque por ahora que la necesaria y precisa para el riego de los solares y tierras de la cuadrilla situada por bajo de la acequia que llaman de abajo, contigua del expresado convento, quitándose cualesquiera toma que se le haya puesto para riego de los solares de la cuadrilla que nombran de arriba… Dijeron que mandan y se ampare y mantenga a la parte de la mencionada Marquesa de Salvatierra en la posesión del libre uso de las aguas que llevan la acequia madre que va del río de dicha ciudad de Salvatierra para su molino, quitándose cualesquiera torna o represa que se haya puesto en la referida acequia para el riego de los solares de la cuadrilla que llaman de arriba… y se notifiqué a los arrendatarios o sirvientes del mismo convento, no contravengan en manera alguna a esta determinación, pena de cuatro años de un presidio a los que fueren españoles y de doscientos azotes a los que no lo fueren…”

EL SEXTO MARQUÉS

Miguel López de Peralta Cervantes y Velasco nació en la ciudad de México en 1789, hijo tercero de Ana María Jerónima Altamirano Velasco López de Peralta, Marquesa de Salinas y Condesa de Santiago, quinta Marquesa de Salvatierra y novena poseedora del Mayorazgo y de Don Ignacio Gómez de Cervantes y Padilla Gentil Hombre de Cámara y Maestre de Ronda, fué el décimo y último poseedor, in tegrum del Mayorazgo (el 20 de noviembre de 1820 las Cortes Españolas abolieron los Mayorazgos en España y América), heredó el Marquesado en 1802.

En 1810 era propietario de 14 casas en la ciudad de México, vivía en la calle de Monte Alegre casi esquina con la primera de Relox. Desde el principio de la Revolución de Independencia, aun cuando no tomó las armas, simpatizó con el movimiento, él y su hermano, el Conde de Santiago, se ganaron la reputación de autonomistas.

El 24 de febrero de 1821, Iturbide redacta y proclama el Plan de Iguala con las bases para la Independencia; el 27 de septiembre del mismo año entra a la ciudad de México al frente del Ejército Trigarante, consumándose con este acto la Independencia. El día siguiente 28, se instaló la Junta Provisional de Gobierno integrada por 38 personas, entre ellas, el Marqués de Salvatierra, ese día se redacta el Acta de Independencia del Imperio Mexicano, firmándola entre otros nobles, el Marqués de Salvatierra; el 18 de marzo de 1822, un pronunciamiento militar proclama la Independencia absoluta y nombra a Iturbide Emperador de México. Los nobles mexicanos como el conde de Álamo, el Marqués de Vivanco y los demás incondicionales (el Conde de Peñasco, el Conde de la Cadena, el Marqués de Salvatierra y el Marqués de Uluapa), se unieron a los militares con mucha celeridad y organizaron la pléyade de personas que debían figurar en la Corte del Imperio; destacan en ella el Marqués de San Miguel de Aguayo, Mayordomo Mayor; el tercer Conde de Regla, Caballerizo Mayor; el sexto Marqués de Salvatierra, Capitán de la Guardia. Estos tres últimos habían firmado el Acta de Independencia. El hermano del sexto Marqués, José María de Cervantes; figura como uno de los ayudantes de Su Majestad. En la casa de la Emperatriz aparece como Dama: Doña Joaquina de Estanillo, Marquesa de Salvatierra, y como Damas Honorarias las tres hijas de la Güera.

LOS FRAILES CARMELITAS Y LOS HEREDEROS DEL MAYORAZGO

Tiempo después de la muerte de Jerónimo López El Mozo, su hijo Gabriel tomó posesión del primer Mayorazgo de los tres que fundaron sus padres. En posesión de los bienes vinculados: tierras, ganado, etcétera, tiene el propósito de instalar un molino, para este fin solicita y obtiene el 16 de mayo de 1618 la merced para fundarlo “... en las tierras que tiene en Tarimoro so pena de perderlo si dentro de un año primero siguiente no lo tenía labrado, cultivado, moliente y corriente y con el aviso necesario para su beneficio y con que después que se haya hecho la presa y toma de agua la ha de volver a la madre corriente natural”, fué hasta el 28 de febrero de 1620 que se le dió posesión “del herido de dicho molino que se encontraba al pie del cu de piedra por donde pasa la zanja”, teniendo un año a partir de esta fecha para construir el molino de pan que nombraron de Zavala.

Veinticuatro años después Don Gabriel donó las tierras para la fundación de la ciudad y en el mismo año de 1644, los frailes carmelitas obtuvieron del virrey licencia para fundar un convento de su religión. Desde entonces los religiosos obtuvieron varias mercedes que fueron el engrandecimiento de su orden, logrando aumentar sus propiedades dentro y fuera de la ciudad, no obstante las imprecisiones de los linderos de las tierras cedidas por Don Gabriel con las de los linderos del licenciado Francisco de Raya y otros.

Para 1652, el molino se encuentra derruido y los religiosos carmelitas al corriente de esta situación piden se les conceda este sitio y dos solares para casas y huertas (5 de enero de 1652), merced que les concedió los solares. No obstante, para el 21 de mayo de 1663, los carmelitas habían tomado posesión sobre el herido del molino, de acuerdo con las confirmaciones de tierras que el Secretario de Gobernación había despachado, lo curioso es que años después, el convento vendió a Francisco Baes, en mil pesos oro común. Parte de estas tierras “sin el consentimiento para el comprador de vender y enajenar dichas tierras y únicamente se le autorizó a vender a Don Juan Jerónimo de Sámano y Turcios un predio de 112 varas de largo por 50 de ancho”, según escritura que otorgan los religiosos carmelitas el 11 de junio de 1686, la venta de Don Francisco Baes tiene fecha del 16 de junio del mismo año por cincuenta pesos oro común, según consta en escritura de esta ciudad y de esa fecha.

El 9 de octubre de 1687, Don Juan Jerónimo Sámano Turcios, segundo poseedor del Mayorazgo, “pide con el juramento y solemnidad necesarias se le devuelva original para su resguardo y conviene a su derecho tomar posesión judicial del dicho molino y del agua para uso de él”. Al día siguiente, 10 de octubre, Don Blas García Botello, Alcalde ordinario, dió posesión a Don Juan Jerónimo Sámano Turcios de dicho molino, de pan y de agua para uso de él “... y en señal de verdadera posesión entró al molino, abrió y cerró las puertas de la casa, y de la acequia sacó agua y la vertió en otra parte, e hizo actos de verdadera posesión quieta y pacíficamente”. Pasado algún tiempo, Don Juan Jerónimo decidió instalar un molino que había construido su padre Don Gabriel, “terminándolo a toda perfección y con suficientes galeras para almacenar cargas de harina, además de varias habitaciones para peones, seguramente otras fueron para el servicio particular de la familia porque edificaron un capilla con un notable retablo que se conserva en la sacristía de la iglesia parroquial”.

Años después, los religiosos demandaron a otro de los herederos del Mayorazgo, Don Juan Jerónimo López de Peralta a quien vencieron con su acostumbrada habilidad, obligándoles a buscar una transacción en la que le impusieron entre otras prestaciones a dejarlos tomar agua de la acequia, suficiente para regar 7 solares. Otros fueron los pleitos que se suscitaron entre los frailes carmelitas y los herederos del Mayorazgo; sin embargo, el juicio que tuvo mayor repercusión fué cuando los religiosos que tenían al sur y sureste del convento una gran extensión dividida en solares, llamadas las “cuadrillas bajas” (los 7 solares) irrigados con agua de la acequia madre; más tarde, compraron al vecino Diego Delgado unos sitios nominados “cuadrillas altas”, localizadas al oriente, entre los entonces callejón de Baes y el camino de Urireo; el convento a su vez los vendió a Nicolás de Gazca, quien rescindió de la compra-venta porque no servían para sembrar y porque carecía de agua.

Como consecuencia, no encontrando otra forma más económica para irrigar sus tierras, los religiosos colocaron en la zanja del molino una represa y la correspondiente toma que desviaba el agua hacia sus tierras (existe un mapa en el que se demuestra el lugar de la represa en tierras de la hacienda de La Esperanza); al desviar el agua, la corriente decrecía tanto que no podía moverlo. Ante esta situación, en 1757, la segunda Marquesa de Salvatierra se aventuró en un juicio contra los hábiles religiosos, que culminó con la sentencia del 5 de septiembre de 1758, dictada a su favor por la Audiencia Real de la Nueva España que en lo esencial dice:

A pedimento de la parte de la Marquesa de Salvatierra en los autos que ésta sigue con el convento de los religiosos Carmelitas de la propia ciudad, sobre la restitución, amparo y posesión de las aguas del molino perteneciente a su Mayorazgo... se mandó que la contraria no le inquiete ni le perturbe en manera alguna, con lo respondido con la citada Marquesa al traslado que se le dio pidiendo se le mantenga en la posesión en la que ha estado y está del libre uso de las aguas que lleva la zanja o acequia madre, que va del río de dicha ciudad de Salvatierra para el molino de su Mayorazgo, sin otro desfalque por ahora que la necesaria y precisa para el riego de los solares y tierras de la cuadrilla situada por bajo de la acequia que llaman de abajo, contigua del expresado convento, quitándose cualesquiera toma que se le haya puesto para riego de los solares de la cuadrilla que nombran de arriba...

Dijeron que mandan y se ampare y mantenga a la parte de la mencionada Marquesa de Salvatierra en la posesión del libre uso de las aguas que llevan la acequia madre que va del río de dicha ciudad de Salvatierra para su molino, quitándose cualesquiera torna o represa que se haya puesto en la referida acequia para el riego de los solares de la cuadrilla que llaman de arriba... y se notifique a los arrendatarios o sirvientes del mismo convento, no contravengan en manera alguna a esta determinación, pena de cuatro años de un presidio a los que fueren españoles y de doscientos azotes a los que no lo fueren...”

(continúa en el próximo número)

Tomado del Libro: “El Marquesado de Salvatierra”
de Francisco Vera Figueroa


Historia y Evolución de Salvatierra

El Mundo Prehispánico de Salvatierra; Frontera de Culturas

Los Chichimecas; la vuelta de los bárbaros (continuación)

Eran diestros en el uso del arco y la flecha, desde su infancia, recibían una esmerada educación de sus mayores, pues su supervivencia dependía en mucho de tal pericia, pasaban su existencia en guerra constante con otros grupos de chichimecas, por el dominio temporal de un territorio rico en frutos y animales, por el hurto de las mujeres jóvenes, por las incursiones que hacían a pueblos sedentarios en busca de objetos que robar, o simplemente, por el placer de matar, lo que verdaderamente les brindaba un gran júbilo, pues el que más mataba semejantes, era reputado como el más valiente, y esto, era su máximo orgullo.

Ligeros en su andar, debido a su poca carga, todo lo que llevaban en sí, eran sus armas, la escasa ropa que portaban y los críos de pocos meses de nacidos, cuando se estaban quietos en un lugar, normalmente lo escogían en lo más abrupto de la montaña, en desfiladeros o pequeños valles que tuviesen cuevas u orquedades, o construían chozas de zacate u otras yerbas en forma cónica o simples tallados totalmente transitorios y deleznables, pues cuando partían, nada se llevaban.

En la vida comunitaria y familiar, incineraban a sus muertos, guardando las cenizas en una pequeña bolsa que llevaban consigo, eran monógamos, pero la mujer estaba sujeta al hombre como un animal, si un hijo nacía con defecto físico, lo abandonaban para que muriese, igual suerte sufría, si la madre moría en el parto, se le enterraba junto con ella, aún vivo, si nacían gemelos, se abandonaba al más débil, practicaban el canibalismo sagrado, no eran dados a trabajar y su único esfuerzo era ejecutar la caza y la guerra.

Los Tarascos y el Reino de Michoacán, sus dominios en los Valles Abajeños

Hacia el año de 1250 d.C, en el tiempo de las migraciones de los pueblos nómadas del norte, un grupo de chichimecas llegó a Zacapu dirigido por Iré Thicatame. El lugar de su procedencia es dudoso, pero pudo ser la sierra Tarasca, o bien los valles del norte entre los actuales estados de Guanajuato, Jalisco y Michoacán. Con el tiempo, surgió el Señorío Tarasco en las orillas del lago de Pátzcuaro, se considera al emperador Tariácuri como el verdadero fundador del reino Purépecha, extendieron sus dominios por todo el estado de Michoacán y parte de los estados de Guanajuato, Jalisco y Colima.

Permitieron a los matlazincas establecerse en Charo, a los pirindas en Salvatierra, y utilizaron a los otomíes para poblar sitios estratégicos en Acámbaro y Yuririapúndaro, para detener los embates de las tribus errantes del norte. La parte de bastante extensión del estado de Guanajuato que estuvo bajo sus dominios son los Valles Abajeños, región donde se encuentra nuestro municipio.

La cronología del reino de Michoacán por sus emperadores, comienza con Iré Thicatame, se estableció en Zacapu y sometió a Zirán Zirán, señor de Naranzán; Sicuir Achá, cambió su capital a Huayameo y destruyó Naranzán; Pahuappame I, Huappani I y Curátame I, fueron reyes pacíficos; Pahuátame II y Huappani II, gobernaron juntos y murieron juntos, cambiaron su capital a Pátzcuaro; Zétaco y Aramen, llevaron una vida licenciosa y desordenada; Tariácuri, hijo de Pahuáppame II, se le considera el fundador del Señorío Tarasco de Pátzcuaro, dirigió la conquista de los michoacanos y de un gran territorio, logró la unificación de sus dominios, y a su muerte en 1440, el reino se dividió en tres señoríos; Curátame II, hijo de Tariácuri, arrojó del trono a su padre y murió a manos de los príncipes purépechas; Hiquingare, hijo de Tariácuri, murió en 1450; Hiripan cambió la capital a Ihuatzio, murió también en 1450; Tanganzoan I, hijo de Aramen, cambió la capital a Tzintzunzan, unificó el imperio, murió en 1454; Tzitzipandácuare, venció a los tecos y a los aztecas en 1480, conquistó además Colima y Zacatula; Zangua, derrotó por segunda vez a los aztecas y les negó su ayuda contra los españoles, murió en 1520; y Tanganxoan II se rindió a los españoles en 1522, fué bárbaramente sacrificado por Nuño de Guzmán, el 29 de enero de 1530 en Conguripo, Michoacán .

Evangelización y Colonización del Valle de Huatzindeo 1526-1644


Los Orígenes de la Colonización y Evangelización de Salvatierra

Al periodo colonial de 118 años, que transcurren entre la llegada de los primeros misioneros Franciscanos a Acámbaro y la fundación de la ciudad de Salvatierra, se le puede llamar periodo prefundatorio salvaterrense, por lo trascendental en la conformación de nuestro municipio y ciudad. Era natural que después de la rendición del emperador de los tarascos, Tanganxoan II a los españoles y el reconocimiento al rey de España como soberano, éstos aprovecharon la estructura política del reino de Michoacán, para explorar y colonizar estas tierras, siempre en busca de riquezas.

Tal aprovechamiento, se puso de manifiesto al refundarse a la española los pueblos de Acámbaro en 1526 y Yuririapúndaro en 1540. Fueron éstos, centros de actividades y acciones misioneras emprendidas al Norte del río Grande (Lerma), siendo por tanto, nuestro territorio municipal uno de los primeros en recibir esta influencia.

Los misioneros Franciscanos procedentes de Acámbaro, fueron los primeros en arribar a estas tierras. Fundaron las primeras doctrinas en Urireo, Eménguaro y Huatzindeo, con amorosa entrega y desinteresada pobreza, instituida en ellos por su seráfico fundador, el Patriarca de Asís.

El sueño franciscano en convertir estas tierras en el imperio anunciado en el Apocalipsis, abarcó los terrenos de lo político, lo cultural y lo literario, con el objeto de construir una sociedad cristiana limpia de modelos europeos, donde se rescatara la identidad propia de una nacionalidad naciente, y prepararla para el fin de los tiempos.

En 1540, llegaron los religiosos de la orden de San Agustín a Yuririapúndaro para adentrarse en el valle de Huatzindeo, fundaron el pueblo de Santiago Maravatío en 1540, posteriormente, en 1557, la hacienda de San Nicolás, y después, su convento en el viejo pueblo de San Felipe Tiristarán en 1665. Sería la fundación de la hacienda la que proporcionó mayores recursos a la provincia Agustiniana de Michoacán.

Fueron muchos pueblos en el valle los que en esta época desaparecieron sin dejar huella. Es en la Relación de Zelaya (1580), incluida en las Relaciones Histórico Geográficas de Indias, dispuestas por el Consejo de Indias en 1577, por Cédula Real emitida por el rey Felipe II, donde ya aparecen como sujetos a la alcaldía mayor de Celaya, los corregimientos de Acámbaro y Yuririapúndaro. Consigna como sujetos al pueblo de Acámbaro los asentamientos de Ménguaro, Urireo y Chochones. Al pueblo de Yuririapúndaro estaban sujetos los pueblos de Eménguaro, Tiristarán y Santiago Maravatío.

Estas fundaciones son de tal importancia para nosotros, porque nos antecedieron y después nos conformaron, económica y socialmente como ciudad y municipio.

Los Misioneros Franciscanos y la Fundación de Acámbaro

El capitán general, D. Nicolás de San Luis Montañez, conquistador, fundador y poblador de las fronteras de chichimecas, cacique de Jilotepec y descendiente de la estirpe imperial de Moctezuma, fundó el pueblo de San Francisco de Acámbaro, el 19
de septiembre de 1526, con indios tarascos y otomíes. En ese mismo año, el tesorero del reino, D. Alonso de Estrada, a nombre del rey Carlos V mandó construir la iglesia y el convento de Santa María de Gracia de Acámbaro en compañía de los religiosos: fray Antonio Balmul y fray Juan Lazo, procedentes de Jilotepec. Fueron estos frailes, los primeros apóstoles de la evangelización en tierras guanajuatenses.

Era natural que a medida que iba siendo explorado el territorio al Norte del Río Lerma, se iban colonizando tierras, sobre todo, aquellas más favorecidas por la naturaleza, agrupándose los hombres con más facilidad donde hallaban mayor abundancia de dones naturales. Nuestro valle tan rico en toda clase de productos, abundante agua, hermoso clima y magníficas tierras cobijadas y protegidas por altas montañas, tenía que ser forzosamente objeto de atención y deseos de los pobladores que iban llegando rápidamente, organizando la nueva nación.

Las primeras misiones evangelizadoras que llegaron al valle de Huatzindeo se debieron, después de la fundación del pueblo de San Francisco de Acámbaro, a dos hechos que determinaron su impulso a partir de este centro de operaciones. El primer hecho fué la erección canónica de la Diócesis de Michoacán el 18 de agosto de 1536, y el advenimiento posterior de su segundo obispo D. Vasco de Quiroga, gran impulsor de la evangelización y protector de los indios. El segundo hecho importante fué la designación de fray Juan de San Miguel como guardián del convento de Acámbaro en 1546, fué él quien emprendió la labor de evangelizar en esta región a los agresivos chichimecas, catequizó a los naturales de los viejos pueblos de Eménguaro y Tarimoro.

Son tres los testimonios históricos documentales que en relación con las actividades misioneras franciscanas, consignan las doctrinas y los pueblos asentados en el valle. El primero es la Relación de Zelaya, documento fechado en 1580, en el que se mencionan como asentamientos sujetos al pueblo de Acámbaro: Eménguaro, Urireo y Chochones. El segundo documento es el Decreto del Concilio Mexicano, realizado en 1585, para organizar la Iglesia de la Nueva España, en él, se determinó la fundación de un convento en Huatzindeo que atenderían los religiosos Franciscanos. Y por último, en las actas y acuerdos del primer Capítulo Provincial Franciscano celebrado en el año de 1590, en el convento de Santa María de Gracia de Acámbaro, donde ya figuraba Huatzindeo con el carácter de convento.

Era pues, lógico, que en el siglo XVI, estos frailes misioneros, visitaran las doctrinas y asentamientos en el valle, en su paso de Acámbaro a los conventos establecidos al Norte de la Frontera natural del río Grande, como los de Celaya y Querétaro.

La Fundación de Urireo

Urireo es un vocablo purépecha que significa: nariz a adelante, en náhuatl, se pronuncia tlayacac o tlayacaque del vocablo teyacacantiuh, que significa: ir guiando a otro. En el siglo XVI, se le daba este nombre a los indios catequizados que servían de guías a los misioneros, cuando salían a administrar los sacramentos. El asentamiento más antiguo que se conoce en los terrenos de Urireo se remonta a la época prehispánica, en lo que hoy es Cóporo, poblado en esos tiempos por indios otomíes.

Dentro del proceso de la conquista y colonización española, el primer virrey de la Nueva España, D. Antonio de Mendoza, concedió una merced de tierras por un sitio de ganado mayor en las inmediaciones (probablemente fueron las actuales tierras que hoy ocupa Ballesteros) del actual pueblo, a un español de nombre Bernardino Vocanegra, aproximadamente en el año de 1540.

Tomado del Libro: “Historia y Evolución de Salvatierra”
de Miguel Alejo López

Narraciones

El Gobierno Mundial
Por : R M P

¿Qué opina usted sobre el propósito de LOS REYES DEL MUNDO de implantar: “UN GOBIERNO MUNDIAL”? Yo creo que no puede tener el éxito que ellos esperan. No es posible que todas las naciones del mundo acepten como borreguitos un yugo de tal naturaleza, cuando cada nación conserva su nacionalismo, sus costumbres, su propio idioma, sus creencias religiosas, su economía, sus Instituciones políticas, que en conjunto hacen ser lo que se llama UN PAÍS soberano. ¡Ah!, pero a los reyes del mundo no les importa nada de eso. Están acostumbrados a pisotear estos sagrados atributos que Dios concedió a cada pueblo que llamamos: “LA PATRIA QUERIDA”, y que tenemos la obligación y el deber de defenderla frente a cualquier amenaza externa.

Por eso, cada nación tiene su bandera y su himno patrio. Entonces, ese Gobierno Mundial resulta ser notoriamente lesivo, dañino e inaceptable, porque afecta la autodeterminación de los pueblos y su libertad, sin estar sujetos a los caprichos de los hombres de otras naciones. Pero los interesados en implantar ese Gobierno Mundial, validos de sus enormes recursos económicos y militares han determinado ser los dominadores del mundo. ¿Lo conseguirán? Yo pienso que no... Porque en primer lugar: Así tiene Dios Nuestro Señor ordenado el mundo, el cual se divide en naciones. Cada nación tiene su propio idioma, su color, su manera de gobernarse; en fin su propio nacionalismo, etc. Por todo esto y mucho más, por eso creo yo que no lograrán su propósito. Pero ellos, los Reyes del Mundo, insisten. Al respecto escriben:

“Guste o no, tendremos un Gobierno Mundial. La única cuestión es si será por concesión o por imposición” James Warburg. Otra:

“Una gran conflagración final amplificada por la crisis entre el Islam y el Judaísmo, será necesaria para establecer definitivamente el Gobierno Mundial”. Albert Pike.

Pero otros pensadores les contradicen con sobrada razón al escribir: “Creen que pueden ocupar el lugar de Dios, ninguna nación ni hombre merece respeto para ellos, sino en función de lo que les sea útil o no. Están convencidos y creen que el futuro está bajo su control. Chesterton. Otra más:

¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos meditan cosas malas y vanas? Se levantan los Reyes de la tierra y los príncipes conspiran juntos contra Dios y contra su Mesías diciendo: ¡Rompamos sus ataduras y sacudamos su yugo! Salmo 2.

Naturalmente, no todos pueden estar dispuestos a aceptar ser gobernados por un poder extraño y porque como dije antes: “Dios tiene ordenadas las cosas de otro modo”.

Creo yo, que los interesados en imponer ese Gobierno Mundial deben tener en cuenta que sus naciones que son Inglaterra, EE.UU. y Holanda son ya aborrecidos por varios países y no es de esperar que acepten ese tipo de gobierno antidemocrático, ajeno a sus instituciones nacionales.

Por ejemplo: Cuba no ha sido doblegada frente el poderío del Tío Sam. Caro le ha costado su libertad, pero don Fidel Castro se ha mantenido firme y lleva muy buena amistad con la China Continental de Mao. Tenemos a la Rusia (su aliada en la segunda Guerra Mundial) que fué rechazada en Afganistán por los EE.UU. con la ayuda de Bin Laden y el Rey Hussein de Irak; que posteriormente Bin Laden fué perseguido y Hussein ahorcado en su propio país por el gobierno adicto al invasor norteamericano. Todo esto y más sucedió y lo llamaron “Guerra Fría” y no creo que ya se les haya olvidado esta mala acción a los Rusos. Tampoco al Irán de los Ayatolas, que fué agredido por Hussein se les puede olvidar el comportamiento de los EE.UU. Cada día crece más y más, el odio de los países árabes contra Israel y los Estados Unidos. Por lo que es imposible que acepten ese Gobierno Mundial.

Tampoco creo, que ya se les olvidó A LOS JAPONESES LO QUE LOS NORTEAMERICANOS LES HICIERON EN HIROSHIMA Y NAGAZAKI. Tampoco han olvidado los argentinos lo que les hicieron los ingleses por el asunto de las Islas Malvinas.

Los chinos de la China Continental, tienen incrustado muy adentro el odio que les infundió Mao Tse Tung en contra del Imperialismo Inglés, Francés y Norteamericano. Por tal motivo, no es de esperarse que esta gran Nación les acepte su código esclavista del Gobierno Mundial. Pero ellos, los Reyes del Mundo, están empeñados en lograr la dominación mundial a cualquier precio. Yo pienso; “Bueno, pues todavía falta la voluntad de Dios. Pero los Reyes del Mundo y del dinero no hay quien los detenga. Están completamente saturados de soberbia y por eso desafían a todo el mundo”.

Pues según eso, los “meros, meros” que están impulsando la imposición del Gobierno Mundial, que casi nadie conoce porque operan en lugares muy secretos, debido que son adoradores del Rey del infierno. Manejan un ritual especial en sus ceremonias. Todo esto y mucho más ha sido detectado por los investigadores, que arriesgando su vida se han atrevido a divulgar esta información. Es lamentable que esos hombres hayan caído en las garras de la bestia 666 a la que se refiere el libro del Apocalipsis. Renunciando al Reino Celestial de la luz y del amor.

Pero parece ser que ellos ya están condenados a no regresar al recto camino y a no sentir en su corazón piedad alguna para sus semejantes, ni a sentir el más mínimo temor a Dios. Por lo tanto, se puede tener la seguridad que ese Gobierno Mundial no prevalecerá por que no tiene ningún vínculo con los ordenamientos sagrados que están por encima de cualquier poder por fuerte que sea que proceda del maligno. Sin embargo, se hace muy necesario que los gobernantes de cada nación, se quiten la venda de sus ojos y por ningún precio ni motivo acepten la implantación de ese nefasto y humillante Gobierno Mundial que sería el oprobio para sus naciones. Porque en este mundo, una de las cosas más hermosas es gozar de nuestra libertad.


Remedio para los Días Difíciles

Tengo una fórmula sencilla, pero efectiva, para superar el malestar que causan esos días en los que todo sale mal; consiste en recordar, o platicar, acerca de las muy raras ocasiones que ofrece la vida en que una situación en contra se convierte, por gracia de quien va a aplicar el castigo, en una circunstancia favorable. Son vivencias en las que el verdugo no sólo perdona al condenado, sino que incluso aplica la pena al acusador. Se trata de eventos muy ocasionales, en los que en corto tiempo se pasa de la angustia por la catástrofe inminente al alivio de una solución favorable, son hechos cuyo recuerdo se disfruta con una sensación especialmente agradable.

El problema de esta fórmula es que son tantos los días difíciles y tan pocas las experiencias con final feliz, que uno termina por cansar a los amigos o familiares con las mismas anécdotas. Pero aun así, y sólo por si alguien decide aplicar dicho remedio a sus propios desconsuelos, voy a relatar una de esas historias.

Sucedió durante mi estancia en Filadelfia, mientras realizaba mi posgrado en los Estados Unidos, era la época en que el deslumbramiento de una riqueza petrolera inimaginada despertó la parte filantrópica del ogro gubernamental que, por ese motivo, otorgó a granel becas bastante decorosas para realizar estudios de posgrado fuera de México, circunstancia que nos permitió a tres amigos y a mí rentar un departamento en un edificio recién estrenado, cercano a la universidad, que se anunciaba como “el más seguro y cómodo de la ciudad” pues ofrecía, entre otras modernidades, circuito cerrado de vigilancia y los elevadores más rápidos que pudieran imaginarse.

Para esta historia es importante señalar que uno de esos elevadores, el más grande, llegaba hasta el sótano y tenía acceso a una calle aledaña, que resultaba muy conveniente para las mudanzas. Como muestra o consecuencia del concepto modernista de ese edificio, todos los aparatos funcionaban allí con electricidad, incluidos la estufa y el calentador de agua, característica que sin duda –pensamos cuando lo visitamos inicialmente- iría acompañada de una factura por consumo eléctrico cuyo monto sería similar al de la renta.

Pero quizá porque fuimos de los primeros interesados, o porque uno de mis compañeros le gustaba a la subgerente, el caso es que nos ofreció un acuerdo, en principio verbal, mediante el cual sólo pagaríamos hasta un monto máximo prefijado del consumo mensual de electricidad, que por la inexperiencia de los administradores se estableció en un nivel muy por debajo del que de hecho resultó como promedio.

No obstante dicho acuerdo, la diferencia entre el consumo real y el pago máximo convenido se fué acumulando mes tras mes, y aparecía como adeudo en los recibos de renta. La diferencia entre ambas cantidades era tal, que al cabo de un año se había acumulado una suma cercana a los tres mil dólares. Al principio preguntamos si eso significaba que no se respetaría el acuerdo, pero para nuestra sorpresa y fortuna nos dijeron que no hiciéramos caso, que era un problema del sistema de cómputo y que pronto dejaría de aparecer en los recibos.

Pero como era de esperarse, el adeudo, cada vez mayor, siguió apareciendo en los recibos de forma inexorable –ya se sabe que las computadoras nunca olvidan- ante lo cual nosotros hicimos lo que nos dijeron; es decir, no nos preocupamos más del asunto y tampoco tratamos de formalizar por escrito dicho acuerdo con la administración.

Por desgracia, nuestra vida de bonanza energética duró poco tiempo y después del primer aniversario del edificio, los administradores originales, seguramente por su inexperiencia y por su propensión a celebrar acuerdos verbales, fueron despedidos, y en su lugar llegaron unos tipos con aires de grandes expertos, que recorrían el edificio con la típica actitud de soberbia y desdén, de quien viene a poner orden.

Lo primero que hicieron fué mandarnos un comunicado que el portero deslizó por debajo de la puerta, donde nos exigían pagar el adeudo a la brevedad –señalando con precisión y en números grandes la cantidad- y nos amenazaban, además, que de no hacerlo iniciarían las acciones legales para el cobro. De nada valieron nuestras explicaciones sobre el acuerdo verbal, cuya existencia, argumentábamos, la demostraba el hecho de no habernos cobrado el exceso del consumo de electricidad durante más de un año.

Como respuesta obtuvimos frases irónicas. Una mujer, que en otro tiempo y lugar con toda seguridad hubiera sido dirigente nazi, nos dijo en tono burlón que cómo era posible que unos estudiantes de posgrado, supuestamente inteligentes, hubieran confiado en un acuerdo verbal, y que era inverosímil, en todo caso, que con nuestra preparación no lo hubiéramos incluido en el contrato de arrendamiento. En pocas palabras, tenía dudas tanto del acuerdo verbal como de nuestro nivel de estudios.

Ante esa actitud de cerrazón mental, resultaba inútil insistir sobre nuestra verdad. Pero como no estábamos dispuestos a aceptar que no se cumpliera dicho acuerdo y, sobre todo, como no teníamos el dinero para pagar esa deuda ficticia, nos fuimos por el camino más fácil y frecuente en estos casos: olvidarnos del asunto y dejar que siguieran los acontecimientos. Y efectivamente, poco tiempo después los acontecimientos se presentaron en forma de un citatorio de la “Corte”, como le llaman allá, para un juicio de “pago o desalojo”.

La fecha establecida por la Corte fué el 12 de diciembre, dos días después de terminado el semestre escolar e iniciadas las vacaciones navideñas y de fin de año, motivo por el cual ninguno de nosotros quiso quedarse para acudir a los tribunales a demostrar la existencia del acuerdo, ya que el boleto de avión a México siempre lo reservábamos para, estrictamente, un día después del último examen del semestre, como lo hace todo buen mexicano que estudia en el extranjero.

Así que nos encomendamos a la Virgen de Guadalupe y nos dijimos con una ingenuidad exculpatoria que a nuestro regreso le explicaríamos al juez nuestras desventuras y razones, luego nos embarcamos en el avión respectivo que nos trajo a disfrutar las vacaciones con nuestros seres queridos, como dicen las “crónicas de sociales”.

¿y qué podría pasar en un juicio de este tipo en el que no se presenta la parte demandada? Pues que ésta es declarada ¡culpable! Por lo tanto, a nuestro regreso a Filadelfia, a mediados de enero, nos encontramos con una orden de desalojo, que también había sido deslizada por debajo de la puerta del departamento a finales del año anterior, y que debía hacerse efectiva a más tardar apenas tres días después de que la conocimos. Lo que sea de cada quien: la justicia gringa es sumamente expedita.

Aceptamos, sin más remedio, el desalojo; pero juramos que de ninguna manera pagaríamos el adeudo del consumo eléctrico ni tampoco la renta de enero. Para ello, era necesario encontrar un nuevo lugar para vivir y sacar nuestras pertenencias antes del vencimiento de la orden –ropa, libros, aparatos de música, discos y unos cuantos muebles- y así evitar que se convirtieran en garantía del adeudo. Con un plazo tan corto, la tarea no era fácil. Aún así, después de muchas peripecias, a las cinco de la tarde del día límite, contábamos con un departamento adonde ir y con un camión de mudanzas estacionado a la puerta del sótano del edificio. Nos sentíamos satisfechos de nuestro esfuerzo porque teníamos holgadas siete horas para empacar y subir nuestros bártulos al camión.

Pero nuestros problemas estaban lejos de terminar. Por principio de cuentas, ignorábamos algo que para cualquier ama de casa es elemental: de forma invariable realizar la mudanza toma más tiempo del estimado, pues por arte de magia siempre faltan cosas por empacar. Así que después de tres o cuatro horas de llenar cajas y maletas, y de tapizar el piso de la sala con papeles de los que nos deshacíamos con grandes dudas –no fuera que algún día los necesitáramos- consideramos que ya era necesario llevar las cosas al camión, sin importar si estaba o no todo empacado.

A esa hora sólo quedaba como encargado del edificio el portero de noche –personaje a quien uno de nosotros le había solicitado el elevador grande, el que llegaba al sótano, para bajar todas las cosas a la mudanza en cuestión-, y fué este mismo personaje el que llegó a decirnos que no sólo no nos prestaría el elevador, sino que tenía instrucciones de no permitirnos sacar nuestras pertenencias hasta que pagáramos lo que debíamos. Ante nuestras airadas súplicas, él se limitó a decir que únicamente cumplía con su trabajo y que nos arregláramos con el administrador al día siguiente. Pero entonces ya no tendríamos derecho a estar en el departamento y menos aún a sacar nuestras cosas.

Al cansancio y hartazgo después de varios días dedicados a este asunto, se sumó la desesperanza, de manera que caímos en ese estado mental de confusión en el que no sólo no sabíamos qué hacer, sino que estábamos abrumados por el hecho de ser y sentirnos extranjeros. Pagar esa deuda había llegado a significar para nosotros una humillación y una burla a la que no estábamos dispuestos. Pero, por el otro lado, era obvio que no íbamos a perder nuestras cosas: era todo lo que teníamos y además las necesitábamos para instalarnos nuevamente.

De pronto, en ese marasmo de papeles y latas tiradas, de cajas repletas y muebles arrinconados, en que se había convertido la sala, alguien sugirió u ordenó, ¡apoderarnos del elevador!, y salió enseguida gritando que acercáramos las cajas. Al poco rato apareció en el elevador grande. Mientras lo detenía, los demás lo llenamos y procedimos a bajar el primer cargamento al camión. Calculamos que se necesitarían alrededor de diez viajes.

Pero como era previsible, cuando regresamos al departamento a preparar el segundo embarque, nos estaba esperando el portero de noche, quien se había dado cuenta de nuestros movimientos por las cámaras de televisión y nos advirtió a gritos que si continuábamos con la mudanza llamaría a la policía. Mas como nosotros ya no podíamos hacer otra cosa, realizamos el segundo viaje, y el portero, en efecto, llamó a la policía.

De eso nos dimos cuenta cuando teníamos listo el tercer cargamento y tanto el policía como el portero salieron del elevador adyacente. Ahí, en pleno pasillo, con el elevador repleto de cosas, a punto de bajar al sótano fuimos acusados –in fraganti- de extraer nuestras propias pertenencias sin el permiso del gerente y, además, secuestrar el elevador.

Cuál sería nuestra apariencia o expresión de indefensión que el portero empezó a repetir con gesto de lástima que nos lo había advertido. Todo indicaba que la humillación de pagar el adeudo se iba a consumar y que nos iban a cobrar, seguramente, otras multas por nuestro atrevimiento.

Sin mediar palabras, la impotencia nos había dejado mudos, sólo atinamos a mostrarle al policía la orden de desalojo. Éste cogió el papel y lo revisó en detalle, luego nos miró fijamente y dijo en un inglés que, por su impacto, a mí me sonó a español: “Pero si tienen hasta las doce de la noche para sacar sus cosas del departamento”, y confirmando la fama de racistas que tenían los policías de origen irlandés de Filadelfia, agregó: “¡No le hagan caso a este portero negro!”.

Antes de irse, para completar nuestra dicha, aún le ordenó al portero, “negro”, que debía prestarnos el elevador.

Tomada del Libro: “Relatos de Salvatierra y otros lugares”
de: Víctor M. Navarrete Ruiz

Libro

HISTORIA DE LA MÚSICA POPULAR MEXICANA

El Cine
(continuación)

En estas óperas rancheras fué frecuente escuchar al héroe Jorge Negrete expresar las exigencias cancioneras de amor, acompañado de una orquesta invisible en pleno campo. El éxito económico de la ópera ranchera estuvo asegurado de antemano. Por la pantalla del cine mexicano desfilaron todos los compositores de mayor o menor significación: el actor Joaquín Pardavé, en su faceta de compositor de canciones, con su canción “Negra consentida” en La calandria (1933), Lorenzo Barcelata en dos películas huapangueras, Cielito lindo (1936) y ¡Ora Ponciano! (1936). Agustín Lara con Noche de Ronda (1937). Felipe Charro Gil (1937) con el trío Hidalguense y el trío Medellín en A la orilla de un palmar (título de un arreglo de Ponce).

Frecuentemente, el título de la película coincidía con la canción-tema (leitmotiv) de la película. Citaremos algunos ejemplos entre centenares: La Valentina con Armando Camejo y Jorge Negrete; Caminos de ayer (1938) sobre la canción de Gonzalo Curiel, con actuación cantante de Pepe Guízar y Jorge Negrete; Un viejo amor (1938) con la célebre canción de Esparza Oteo; Perjura (1938) sobre la célebre danza de Miguel Lerdo de Tejada; y Adiós mi chaparrita (1939) con la canción de Tata Nacho. Los afanes regionalistas también encontraron su expresión, y aparecieron La Sandunga y la Adelita con arreglos de Barcelata y Cortázar.

A pesar de que las canciones fueron un veneno inagotable para el primitivo cine mexicano, en realidad nunca se llegó a realizar un musical al estilo estadunidense, es decir abiertamente relacionado con un género músico-teatral; se prefirió una relación híbrida con las canciones, lo que permitía su utilización como comodín en cualquier situación cinematográfica, lo mismo dentro del nacionalismo o regionalismo de exaltación ingenua como El mexicano (1944), La canción de México (1944), Alma norteña (1938), Así se quiere en Jalisco (1942), Qué lindo es Michoacán (1942), Cuando quiere un mexicano (1944) y Como México no hay dos (1944), que en películas de aspiración histórica como Los dorados de Pancho Villa (1939), con la actuación de Lucha Reyes, y En tiempos de don Porfirio, con música de Felipe Villanueva y otros valsistas del siglo pasado.

Ya en los años cuarenta, películas como Nosotros sobre la canción de Pedro Junco, o Bésame mucho sobre la canción de Consuelo Velazquez inauguran el género bolero-gángster o bolero-cabaretero que se prolongaría hasta Carne de cabaret (1939), Pervertida (1945), Cortesana (1947), Perdida (1949), etcétera.

El bolero y el cine mexicano de los cuarenta estuvieron indefectiblemente ligados. Para darse una idea de su trascendencia fuera del país, bastaría recordar el impacto que tuvieron en medios tan alejados como el de Argentina. Según el historiador del tango Horacio Ferrer, el bolero, que había sido introducido en Argentina por Alfonso Ortiz Tirado, inundó Buenos Aires en los años cuarenta al “grado de producir boleros a destajo y hacer que los tanguistas cambiasen de género. Luego, el tiro de gracia: el cine argentino, que ha cifrado buena parte de su primer auge en su inspiración tanguera, pierde la batalla en todo el territorio latinoamericano: la distribución mexicana, sólidamente concertada, le copa la banca.

Se cree entonces que la salida consiste en imitar a México. Hoy, en lugar de exportar nuestras realizaciones a México, importamos las mexicanas. La misma inundación, por vía de las bandas sonoras del cine que diez y quince años atrás derramaron las películas estadunidenses, la desatan ahora los filmes mexicanos. Antes, las canciones en Inglés les hicieron morder el polvo a nuestros tangos. Hoy son los boleros. Decenas, centenares, miles de boleros.

El papel de la canción en el cine mexicano durante las últimas décadas continuaría siendo el mismo: aprovechamiento comercial del prestigio de un compositor, canción o un cantante de moda. Podría afirmarse que ni uno solo ha quedado fuera del cine nacional. Chucho Monge siguió inundando la pantalla con sus canciones, comedias y melodramas, al grado de que para el año 1962 había escrito canciones para ciento setenta y seis filmes y de ellos setenta y seis estaban titulados como la canción-tema de la película Tú solo tú (1949) de Valdés Leal, Quinto Patio (1950) de Luis Arcaraz, El gavilán pollero (1950) de Ventura Romero, con la colaboración de Cuco Sánchez, José Alfredo Jiménez y naturalmente Pedro Infante, Ella y yo (1951) de José Alfredo Jiménez, son una mínima parte de las canciones-títulos capitalizables. La lista de canciones y compositores relacionados con el cine sería interminable.

En la actualidad, la receta para la administración de canciones al cine mexicano no ha variado en lo más mínimo. Los nuevos ídolos son convenientemente incorporados en el momento de su aparición, como Cornelio Reyna, Vicente Fernández, Juan Gabriel, quienes por momentos hacen concebir a la industria la esperanza de un resurgimiento de los antiguos ídolos.

La Radio

La afición por los extraordinarios aparatos empezó en México a principios de los años veinte. Los fonógrafos, las pianolas, fueron relegados al olvido. Ahora –según rezaban los anuncios- con el sonido de una sola orquesta captado en miles de receptores podrían salir simultáneamente medio millón de parejas.

Todo mundo ardía en deseos de poseer el novedoso juguete que, por el momento, no captaba sino dos estaciones experimentales: la CYX y la CYL. El presidente Obregón inauguró en el patio de la Escuela de Minería la gran Feria Radioeléctrica y el entonces candidato, general Plutarco Elías Calles, se dirigió al pueblo por medio del micrófono de la radiodifusión. Pero era la iniciativa privada y las compañías publicitarias y comerciales quienes estaban destinadas a predominar en los nacientes medios de difusión. Los periódicos Excélsior y El Universal pronto instalaron sus estaciones transmisoras y en la avenida Juárez 62, se instaló la transmisora La Casa del Radio de El Universal Ilustrado.

El primer programa de La Casa del Radio tuvo lugar el 8 de mayo de 1923; fué iniciado por el poeta Manuel Maples Arce con su “Poema de la radiofonía”: “Sobre el despeñadero nocturno del silencio, las estrellas arrojan sus programas y en el audión inverso del ensueño, se pierden las palabras olvidadas”. Actuaron Andrés Segovia, Manuel M. Ponce y la orquesta típica de Torreblanca. Uno de los patrocinadores de esa difusora, que transmitía sólo dos veces por semana, fué la casa Sanborns. El interés por los programas fué tan grande que se llegó a elaborar un refresco gaseoso con la marca Radio y la cigarrera El Buen Tono, dueña de XEB, lanzó su marca de cigarrillos El Radio.

En 1925, existían dos radiodifusoras en el país y en 1929, se adoptaron las letras XE para las radiodifusoras mexicanas. El Buen Tono cambió sus siglas a XEB y se convirtió en la atracción más espectacular de todas. La entrada a sus programas era gratuita o a cambio de cajetillas de cigarros Buen Tono. Pagábase a los artistas 1.50 por actuación.

En 1930 nació una de las más potentes transmisoras de Latinoamérica, la XEW. La estación que con el tiempo ejercería una labor difusora y rectora del desarrollo del gusto de los oyentes, surgía con una conciencia casi imperialista de su potencialidades.

(continuará…)

El Rincón para Niños

Poesía de “Fin de Cursos”

Las luces se apagan,
los gritos se callan,
los grandes recuerdos se graban.

Los profesores nos aplauden,
y las madres gritan y lloran,
porque nosotros lo hemos acabado,
y un nuevo rumbo se ha empezado.

Hemos aprovechado,
lo que nos han dado,
los años pasados,
y nos han alentado tanto.

Se ha dicho
“un nuevo rumbo empezarás,
y tú tienes qué dar,
y así tus metas podrás alcanzar”.

Empezará un nuevo rumbo,
de derrotas y triunfos,
donde todo se gana y se pierde,
aprenderás y así ganarás.

Dejaré,
esos triunfos que hice en la primaria,
y empezaré nuevos en la secundaria,
así es como dejo huella,
en cada uno de los rincones de la escuela.

G T R R
(11 años de edad)


Sin Respiración

Tú me dejas sin aire,
tú me dejas sin respiración,
por tu semejante hermosura,
e incomparable corazón.

Tú, hermoso clavel,
eres mi lindo amanecer,
solo conmigo te quiero,
y por ti yo me muero.

Dios ha creado,
a su mayor inspiración,
a una persona,
que te deja sin respiración.

Creación hermosa,
sin ti no sé qué haría,
mi mundo se acabaría,
si no te encontrara.

G T R R


A ti mi Inspiración

Te conocí,
y nos hicimos amigos,
pero luego crecimos,
y ahora somos más que amigos.

Tú eres mi esperanza,
tú eres mi corazón,
yo no sé qué haría,
sin ti.

Mi vida eres,
mi inspiración también,
no me voy a arrepentir,
de la grande persona que eres,
gracias por ser mi amiga,
y mi compañera en este terrenal.

G T R R

Algo mío

El Ideal y el Poder

Cuando se fué
juró volver
para ayudar
a su ciudad.

Se fué a luchar
por ser mejor
y así cumplir
lo que juró.

Pasaron los años,
y al fin regresaba
donde tanta gente
con fe lo esperaba.

Pero todos vieron,
con mucha tristeza
que ya no era el mismo
que vieron marchar.

En un nuevo rico
volvió convertido,
pero corrompido
como los demás.

Cuántos hay que después
de tener un ideal
los transforma el poder,

y no quieren saber
que luchar por su pueblo
es cumplir un deber.

Recuerdo aún
veinte años van
que se marchó
de la ciudad.

Esa ciudad
que un día lo vió
pobre salir
diciendo adiós.

Y ahora que regresa
jura no acordarse
de aquella promesa
que hiciera al marcharse.

Se burla del pobre,
explota al paisano
pues tiene ya un puesto
gubernamental.

Y dice que el mundo
es de los osados
que saben pasar
por sobre los demás.

Cómo duele saber
que esto pasa también
a nivel nacional.

Para el pueblo no hay
ese hombre sin doblez
que lo sepa guiar.

Mario Carreño

Leyendas

Hemeroteca Salvaterrense

Dicen que la historia de un pueblo, ciudad o país la escriben los vencedores; pero esto no importa cuando existen otros elementos y fuentes de información para interpretarla. Las fotografías antiguas que nos muestran; como estaba tal o cual calle, plaza o templo, o cómo se vestía en determinada época; o cómo era fulanito o zutanita de tal y con quien estaba en el retrato. Nos ayudan a reconstruir e interpretar el aspecto externo de la historia.

Pero el alma y el espíritu de un pueblo se muestra y aflora desde lo más íntimo a través de lo que escribe, donde expresa su pensar y su sentir. Para esto, sirven los periódicos y revistas editados a través del tiempo, sin olvidar el papel tan importante que desempeñó la imprenta y el arte tipográfico para que pudieran existir.

La primera imprenta que existió en el Estado de Guanajuato estuvo en el Fuerte Liceaga, construido por los insurgentes sobre dos islotes de la Laguna de Yuriria, con ella se editaron dos números de la “Gaceta del Gobierno Americano en el Departamento Norte” que vieron la luz pública los miércoles 23 y 30 de septiembre de 1812. Pasada la guerra de Independencia, se consigna que la primera imprenta que existió en el Estado estuvo en el Pueblo de Santiago Maravatío en el año de 1848 sin más referencias al respecto. En Salvatierra, la primera imprenta la fundó Don Francisco Balandra en el año de 1885.

En nuestra ciudad, la historia periodística comienza en el año de 1880 al aparecer “El Fantasma” dirigido por Don Antonio Sixto Romero, su lema era: “Periódico político, escrutiñador, crítico y acérrimo defensor del pueblo”. Para el año de 1888 apareció “El Pequeño Ahuizote”, dirigido por Nicolás P. Otamendi y editado en la imprenta de Don Francisco Balandra, valía 12 centavos.

En 1896 se editó “La Democracia” en la imprenta de Juan B. Sepúlveda con el lema: “Periódico hablador pero no embustero; ni quita ni pone rey; y se prepara a defender los intereses del pueblo”, fué dirigido por Gonzalo A. Caciny.

La imprenta de Juan B. Sepúlveda ubicada en la primera Calle del Biombo –hoy Morelos, entre Glez. Ortega y Gmo. Prieto- No. 5, editó en 1898 “La Luz”, semanario independiente dirigido por el Ing. Alfonso Uribe Alegría. Y en 1899 “La Lira”, periódico literario y de variedades dirigido por Horacio Eudave López.

En la primera década del siglo XX, teníamos los siguientes; en 1906 “El Reproductor”, semanario de variedades y anuncios, editado por la Imprenta Mariana y dirigido por Agustín C. Gómez; en 1909 “Primaveral”, periódico mensual católico para familias; y en 1909 también apareció “Salvatierra”, dirigido por Francisco y Alberto de la Mora e impreso en la Tipografía Mariana, ubicada en la Segunda de Hidalgo No. 35 y valía 25 centavos; para 1910 se publicaba “El Anunciador”, impreso por la misma tipográfica de Don Mariano Martínez.

Para la siguiente década, se publicaba en 1915: “Helios” “Órgano de difusión de la juventud literaria bohemia”, dirigido por el Prof. Atanasio Pérez Vargas, la Tipografía Mariana pagaba 10 centavos por cada error ortográfico y tipográfico que en él se encontrara; es 1917, la Tipografía Moderna de Don Manuel Caballero Villagómez publicaba los periódicos semanales: “Soñador” y “Flor de Lis”; el primero de corte literario y el segundo de noticias, ya colabora en ellos el Ilustre Salvaterrense Don Jesús Guisa y Acevedo, valía 2 centavos. En este mismo año de 1917 apareció el primer periódico de política propiamente dicho: “La Reforma”, Órgano del Partido Liberal Revolucionario dirigido por Rosendo Malagón y valía 3 centavos.

En los fabulosos veinte, circularon: en 1921 “Lux” con el lema “Por Dios y por la Patria”. Órgano quincenal católico de la A.C.J.M. dirigido por el Padre José Luz Ojeda, valía 3 centavos; el año de 1926 vió nacer al periódico de política “Renovación”, Órgano del Partido Liberal Salvaterrense dirigido por Ciro Alejo e impreso en la Tipografía Artística; en 1929 “Anhelos”, quincenal de literatura y variedades dirigido por J. Gutiérrez T.

En los treinta, aparecieron: “Pulsación”, periódico mensual de información y anuncios dirigido por Don Remigio Villafuerte, valía 5 centavos el ejemplar, la suscripción anual, 50 centavos y el número atrasado 10 centavos, tenía la advertencia: “NO tiene día fijo para salir en el transcurso de mes”; “El Vacilómetro” en 1931, periódico choteador y de fibra, rezaba su lema, valía 5 fierros y lo dirigió Manuel Gómez Moncada, el jefe de redacción y anuncios era J. Ortiz Sánchez “El Bajito”; “Voluntad” en 1934, dirigido por J. Jesús Villafuerte Miranda, semanario impreso en la Tipografía Artística ubicada en Hidalgo 135, valía 2 centavos el ejemplar y se ostentaba como el “Órgano de la juventud local”; “Lux” en 1935, órgano mensual de historia y variedades dirigido por Don Remigio Villafuerte; “Lumen” en 1939, publicación mensual de la Asociación Católica Mexicana, dirigido por la Sra. Carmen Espinosa de Ortega y valía 5 centavos.

Los cuarenta fueron una época prolífica de periódicos en Salvatierra: “Juventud y Luz” en 1942. Fué editado por el Centro Juvenil Salvaterrense en México, D.F.; “El Tecolote” en 1943, órgano quincenal independiente de crítica, información, literatura y variedades, dirigido por R. Rico y costaba 5 centavos; “Germinal” en 1943, también, quincenal de literatura y política; “Salvatierra” en 1943 era el órgano semanario del Centro Social Salvaterrense, dirigido por Juan Montoya H. y valía 5 centavos; “Antena” en 1944, era un semanario independiente y de acción social, impreso por la Tipográfica “El Sobre Azul” ubicada en Hidalgo 90, dirigido por Vicente España y valía 5 centavos; “El Puente” en 1945, era el órgano del Centro de Jóvenes Salvaterrenses en México, D.F. dirigido por José Castillo Pérez; “Huatzindeo” en 1946, fué el órgano de difusión de la Escuela “La Reforma”, lo dirigió su director el Prof. J. Trinidad Hernández Acosta; “Boletín CANACO” en 1948, editado por esta cámara siendo su presidente el Sr. Armando Navarrete.

En los apacibles cincuenta circularon los siguientes periódicos en nuestra ciudad; “Boletín Leonístico” en 1954, órgano del Club de Leones, siendo su presidente el Prof. J. Trinidad Hernández Acosta; “El Zorro” en 1954, también, periódico quincenal auspiciado por el Club “Zorros”; “Luz” en 1955, órgano de difusión del Consejo de Caballeros de Colón, impreso en los talleres “Paz y Bien” de los Padres Franciscanos en Salvatierra; “Orientaciones”, boletín parroquial editado por el Pbro. Ruperto Mendoza; “La Verdad” en 1957, dirigido por el Prof. Trinidad Hernández Acosta; y “Guía” del Grupo Scouts, dirigido por el Pbro. Rafael Campuzano en 1958.

En los años sesenta salieron a la luz pública: en 1961, “Avance” dirigido por J. Jesús Pompa Calderón y costaba 40 centavos; en 1961 también “Arraigo”, auspiciado por el Círculo de Salvaterrenses radicados en México y administrado por Luis Castillo Pérez, costaba 25 centavos; en 1963 “Panorama”, semanario dirigido por Leopoldo “Pollo” González, costaba 50 centavos y se distinguió por su enfrentamiento con intereses creados en esa época; en 1963 “El Extra de Salvatierra”, dirigido por Benjamín Herrera y costaba 40 centavos; en 1964 “El Sol de Salvatierra”, dirigido por Ramón Paniagua Jiménez y valía 50 centavos; en 1967 “Tziri Guerakata”, órgano del Club Arqueológico Salvaterrense, dirigido por Anayansi Maya y costaba 20 centavos.

En los setenta se publicaron: “Lerma” en 1970, dirigido por la Sra. Aída Guerrero Torres y costaba 80 centavos; “La Razón” en 1973, dirigido por el Dr. Arnaldo Miranda; “El Gallo del Bajío” dirigido por Pedro Huchin Tun en 1974, “El periódico estudiantil que canta lo que otros callan” rezaba su lema; en 1974 también reaparece “Luz”, de los Caballeros de Colón; “El Pregonero del Bajío” en 1978, dirigido por Pablo Estrada; y “Revisión”, también en 1978, dirigido por Víctor M. Torres, costaba 2 pesos.

En 1988 aparece “El Imperial”, dirigido por Luis Solache Chávez, ya su precio reflejaba la inflación existente costaba 200 pesos; y en 1989 “El Corresponsal”, Órgano de la Corresponsalía del Seminario de Cultura Mexicana.

En 1991 apareció “El Ideal”, para ese tiempo costaba 1000 pesos; “El Bachiller”, de la Escuela Preparatoria de Salvatierra en 1992; en ese mismo año circulaba “La Tribuna”, dirigido por el Lic. Joel Carreño Sámano; “Promoventas” de Miguel Zárate también circulaba en esa época; en 1993 aparece el “boletín Rotario”; en 1994 “El Ayuntamiento Informa”, de la Presidencia Municipal; en 1998 “Por un Salvatierra para Todos”, también de la Presidencia. En el 2000 aparecieron: “Tiempo”, dirigido por el Lic. Juan José Cruz Zavala, primero periódico del Siglo XXI en Salvatierra, y “Salvatierra Informa”, periódico de anuncios comerciales.

Las revistas no fueron tan prolíficas como los periódicos, las más significativas han sido: “Salvatierra”, Órgano de difusión, del Patronato Pro III Centenario de la fundación de la Ciudad, se editaron seis números; de septiembre de 1943 a marzo de 1944; a finales de los cuarenta a pareció la revista “Paz y Bien”, editada en los talleres de los padres franciscanos en Salvatierra, fué dirigida por el R.P. Fray Anacleto Vázquez, O.F.M. y en su segunda época la dirigió el Padre Fray Eliseo Ruiz González; EN 1956 se publicó “Cauce”, revista auspiciada por el Club “Zorros”; en 1960 “San Andrés”, editada por el Círculo de Salvaterrenses radicados en México; en 1991 “Libveritas”, de la Escuela Preparatoria de Salvatierra; en 1992 “Comala”, era una revista de alcance regional; y en 2001 aparece “La Guayaba”, auspiciada por la Casa de la Cultura de esta ciudad.

Si nos detuviéramos un rato a leer este material, nos daríamos cuenta de una cosa; no estamos muertos, ¡Salvatierra vive!.

Tomada del Libro: “Leyendas, Cuentos y Narraciones de Salvatierra, Segunda Parte” de Miguel Alejo López


Las Momias de Guanajuato

Guanajuato es una ciudad con muchos atractivos para el viajero. Por su fisonomía es única, por su historia que es maravillosa, por su abolengo cultural que la coloca en un sitio de privilegio en el país y más allá de sus fronteras: por sus manifestaciones artísticas a través de su teatro universitario, su Orquesta Sinfónica y su Estudiantina.

Sí, así es en efecto, pero, las cosas raras serán siempre motivo de singular atracción. La gran mayoría de turistas, los que por primera vez vienen a Guanajuato, han recibido de los anteriores, de manera especial, dos recomendaciones: que visiten el Callejón del Beso y vean las Momias. La momificación se debe, sin que sea ésta una opinión científica, a la ventilación especial, es decir a la altura, más bien que al terreno, pues lo mismo ocurre en las gavetas que en suelo. Con toda seguridad que el fenómeno tiene lugar desde que fueron exhumados del Panteón Municipal, al término del tiempo reglamentario, los primeros cadáveres. Ese término es de cinco años, pero la momificación debe consumarse antes.

El dato de mayor importancia para nuestra población es la circunstancia de la gran mortandad que hubo y porque varios de los cuerpos, por temor a que se propagara más la peste eran inhumados casi en seguida que se declaraban muertos. Así sucedía que en algunos casos se les sepultaba cuando en realidad todavía no expiraban, de modo que al volver de aquel estado cataléptico, ya en la tumba, morían finalmente por desesperación, por angustia y por asfixia. De ahí esa mueca de dolor que hay en algunas momias.

Esto fué cuando la peste del cólera morbus que se registró en nuestra población allá por 1833. Aún no existía el panteón actual (1861), que es donde se verificó la momificación. Tal era la cantidad de muertos, que fué necesario abrir panteones complementarios en las laderas del cerro de San Cayetano y en una parte de la Cañada de Marfil. Las iglesias ayudaron mucho a resolver este problema casi en todo el país. Aquí fueron las de la Compañía, San Francisco, San Diego, Belén, San Roque, San Sebastián. Ésta es una de las más antiguas.

A partir de 1861, fecha en que se inauguró el Panteón Municipal, datan las primeras momificaciones. El primer cadáver momificado que se exhibió correspondió al doctor francés Remigio Leroy, en 1965, que aún existe. Desde hace muchos años, las momias se exhiben al público en una cripta que se halla justamente debajo del lugar donde se registra este hecho curioso. En una galería que hay al fondo se ofrece el macabro espectáculo, formando las momias una doble fila como de 15 metros de fondo, y acertadamente, detrás de una vidriera.

En el ánimo de esta persona el deleite de ese vino producirá su natural efecto y aquel ambiente escalofriante no tardará en ser agradable. Lo más seguro entonces es que la anciana de la joroba le insinúe pasar la noche dentro de esa casa, cerca de la joven de piel blanca, a lo cual será difícil negarse, de nueva cuenta. Y he aquí nuestra advertencia, si aún se tiene valentía suficiente, niéguese.

Un pozo con ratas, alacranes, serpientes y tarántulas; una cama que se transforma en ataúd hermético; o un filtro mortífero con aspecto de elixir amoroso, probablemente sean los elementos que te lleven al término de tu noche y de la vida. Y, óyelo bien, no es leyenda.





Tomada del Libro: “Leyendas de Guanajuato, Historia y Cultura”

martes, 3 de julio de 2012

Biografía


Apolinar Martínez Múgica

Apolinar Martínez Múgica nación en Zacapu en el año de 1893. Participó en las luchas sociales del Estado de Michoacán en la década de 1920-1930, distinguiéndose en todo momento como un líder agrario.

En su quehacer poético, Martínez Múgica rindió homenaje a sus compañeros de lucha. Los libros publicados son: Primo Tapia, semblanza de un revolucionario michoacano; Huracanes y céfiros; en este último, además de sus huracanes verbales o cánticos de lucha, se encuentran los céfiros de inspiración romántica, muchos de ellos muy bien logrados.

He querido presentar aquí un fragmento de !Adelante, luchadores!, con la finalidad de dar a conocer a este poeta michoacano que supo cantar a la lucha armada en ese estado.

No el ardiente epitalamio de la blonda Primavera
en su enlace coruscante con el trovador abril;
o el desfile alucinante de las enfloradas horas,
en la rútila cuadriga de las mágicas auroras
que besaron los pulmones del cisne de Lohengrin.

No los brotes de las yemas de los bosques susurrantes,
no los dulces ritornemos de escondido manantial,
no el flirteo caballeresco de las leves mariposas
con las nítidas gardenias y las encendidas rosas,
ni del céfiro galante, armonioso madrigal.

No el cantar doliente y pálido de nostálgicos amores;
no de Hércules la queja transformado en hilador,
ni los versos virgilianos con eglógicas escenas,
ni la euritmia de arte y gracia de la soberana Atenas
con sus pórticos marmóreos y su egregio Partenón.

No el ensueño de Romero en Verona la enlunada;
no la dulce cantinela del romántico Pierrot;
quiero el ritmo prepotente de las brumas tempestades
y el simún rugiente y cálido, que en las hoscas soledades
y en el connubio con el viento, forja un cántico de horror.

La metralla de las olas azotando la rocalla
disparada como ariete del tremendo vendaval,
la tronante pirotecnia de flamígeros volcanes
el crescendo tumultoso de los negros huracanes
y de los fieros gritos roncos de epopéyico titán.

De esos ritmos tormentosos surja el himno de los libres
añorando a los valientes paladines del Ideal,
que ofrendaron su existencia desde el Alfa de la historia
por los fueros de los débiles, aureolándolos la gloria
con la luz esplendorosa con que nimba al inmortal.

Es el himno de los fuertes, es el himno de los libres
el que anhelo en torpe lira roncamente preludiar;
es el canto de Espartaco que destroza las cadenas;
es el canto de las glebas, que estremece las almenas
de castillos formidables en el tiempo medieval.

¿Qué le importa la cicuta al filósofo de Atenas?
¿Qué la cruz ignominiosa al Rabí de Nazareth?
¿Y a los ácratas vibrantes que llamaron los profetas
en las tierras israelitas –agitadores poetas-
fenecer en los suplicios por cumplir con su deber?

A los Gracos no interesa que puñales de asesinos
los acechen en las sombras... ¡Cumplirán con su deber!
Seguirán la ruta agraria que los lleva hacia la muerte,
con el alma bien templada, no importándoles la suerte
que el destino les depare... ¡cumplirán con su deber!

Para todos los caídos, para todos los rebeldes
que alentaron en el alma la sublime idealidad
de atacar a la injusticia, de atacar a los tiranos
y mirar a los opresos como débiles hermanos,
cual paloma mensajera este pobre canto va...

Para aquellos que ofrendaron lo mejor de sus espíritus
a favor de la doliente y expoliada humanidad,
va mi canto, pobre y pálido, cual paloma mensajera
que volará hasta el palacio de la reina Primavera,
a dejar níveo mensaje de novel fraternidad.

Poesía

Seis Años

Cada seis amor, mi amor
yo te juro amor eterno,
pero siempre se me olvida
que cada seis años
rasuran a este gobierno.

Y siempre es igual,
es picoso el mole,
diferente el dedo,
pero el mismo atole,

y siempre es igual,
desde aquí te brinco
se baila el jarabe
al son de lo gringo.

Cada seis años, mi amor
prometo ser diferente;
pero nunca te lo cumplo
pues cada seis años
quesque hay otro presidente.

Y siempre es igual
la misma camada,
mula burocracia
pero revolcada,

y siempre es igual,
este mitotito,
pura demagogia
que el quince da el grito.

Cada seis amor, mi amor
me dices que no te quiero,
lo que me sobra es cariño,
ay, cada seis años
lo que falta es el dinero.

Y siempre es igual,
dos y dos son cuatro,
las mismas paredes
con otro retrato.

Y siempre es igual,
cacha o culatazo,
al que no se agacha
le toca un balazo.

Cada seis años, mi amor
hacen más grandes prisiones,
pero nunca son tan grandes
pues cada seis años
son mayores sus mansiones.

Y siempre es igual
ratoncitos presos,
mientras pocas ratas
se pelean los quesos.

y siempre es igual,
aunque abras la boca,
tú no tienes culpa,
ellos la provocan.

Cada seis amor, mi amor
dictan reparto de tierra,
y han repartido tanta
ay, cada seis años,
que han fraccionado Siberia.

Y siempre es igual,
pobre campesino,
la Reforma Agraria
te la dan en vino.

Y siempre es igual,
no grites ni gruñas,
si tú tienes tierra
la traes en las uñas.

Cada seis años, mi amor
preguntas, y con razón
que cuál sufragio efectivo
ay, cada seis años
¿Dónde la no reelección?.

Y siempre es igual
mejal que no cante:,
ahora más arriba
y más adelante.

Y siempre es igual,
frijolitos charros,
yo ya me despido
me llevas cigarros.

Ó C


Anda Briago el Guitarrero

El guitarrero anda briago
se le pasaron las copas;
pero no jierra el manazo,
ni desentona la copla.

En jeepes y camionetas
llegaron los candidatos,
texana, bota vaquera,
y muy enguayaberaos.

¡Ay! poeta, quién lo pensara
que te ibas a emborrachar;
dale duro a la guitarra
que no te haga quedar mal.

Barberos y candidatos
entran en la presidencia;
se desgranan los aplausos,
truena la banda de guerra

Que escuela pa’l municipio,
luz, carretera y trabajo,
pero como dice el dicho:
“de lengua me como un plato”.

¡Ay! poeta, quién lo dijera
que te ibas a emborrachar,
suénale a la huapanguera
no la dejes descansar.

Después de la votación
pa’ elegir, no se qué diántres
se disuelve la reunión
y otra vez para la calle.

Como siempre, en estos casos
cada quien lo que le toca,
nosotros vuelta pa’l rancho
y ellos a la barbacoa.

¡Ay! poeta, quién iba a creerlo,
que te ganaran las copas
no le mermes a los versos
échales otra valona.

A la sombra de los mangos
se acomodan los señores
ahí ta’ la birria, el guisado
tortillas, pulque, frijoles.

Se ve que a ese candidato
le cuadran nuestras muchachas
zapateando y zapateando
nomás culumpea la panza.

Dale duro a tu guitarra,
nomás no la dejes que hable
no sea que en una de tantas
vaya a mentarles la madre.

Viene un niño por la calle
y una guitarra apagada,
ya no hay manos que le marquen
el calor de la garganta.

El niño va cabizbajo,
como pensando en la vida
la guitarra vuelve al clavo
y su padre a la bebida,
la guitarra está en el clavo
y su padre en la cantina.

G V


La Paloma

El año 64, válgame Dios,
estábamos en la guerra de intervención;
la danza de la paloma hacía furor
en medio de los desastres de la nación.

Maximiliano con todos sus traidores
se creían invencibles los invasores;
el presidente Juárez y sus patriotas
no se desanimaban con las derrotas.

Se vino el invasor, por toda la nación,
¡ay!, destruyendo nuestros hogares,
sin tener compasión.

El año 94, así pasó,
estábamos en la lucha de sucesión;
la danza de las monedas hacía furor
a los dioses de la guerra y la corrupción.

Si a tu frontera llega una paloma,
cuida que no sea buitre lo que se asoma;
cuánta falta nos hace Benito Juárez
para desplumar aves neoliberales.

No te quiebres país,
aquí está mi canción,
que un águila y una serpiente
defienden la nación.

¡Ay!, palomita de ayer y hoy,
contra el racismo y la intervención;
vuela paloma a las fronteras,
quita una estrella a su bandera.

Que no queremos imperialismos,
estamos hartos de su cinismo;
que nuestros aires son soberanos,
somos chinacos y mexicanos.

S de Y
Adaptación: L, R y B


“Algo Grande”

Algo grande está sonando,
algo grande está viniendo,
cada quien vaya ocupando su lugar,
la fiesta va a comenzar.

Que se callen los que se han vendido,
hasta el verso por cualquier moneda,
que se alce la voz de esta tierra
y se oiga lejos el canto.

Que se quiten todos los que estorben,
los bandidos, los advenedizos,
que se enciendan todas las razones,
para alegrarnos los niños.

No hay lugar para los desganados,
los cobardes, ni los indecisos,
que se queden los que sin decirlo
se están abriendo camino.

Que se alejen los de pura facha,
los vacíos, los superficiales.

Qué más da el color de la camisa,
si hay qué rajarse las manos.

Que se vayan los que no han sabido,
del amor, de hambre, sudor y frío,
viene algo grande y quiero amigos
para pelearle al destino.

Algo grande está sonando,
algo grande está viniendo,
cada quien vaya ocupando su lugar,
la fiesta ya comenzó

L. y M. S E


Autocrítica

Incomprendido y loco voy vagando en la vida;
incomprendido y loco, no sé a dónde llegar;
voy metido en un túnel sin encontrar salida,
sin amor, sin amigos en quién pueda confiar.

Mi vida ha sido chusca, indefinible y loca;
nunca di con el rumbo que debiera tomar,
hice tantos proyectos y con mi ilusión rota
no llegué a concretarlos, nunca logré triunfar.

Hay gente que me juzga de hipócrita y soberbio;
a esa gente respondo que no tiene razón;
si así me ven, lo siento, por no ser de su aprecio
y sus juicios los guardo aquí en mi corazón.

Algún día que en el tiempo ya mi vida se extinga
y ni recuerdos queden de este maltrecho ser,
se acabarán prejuicios sobre mi alma abatida,
se borrarán anhelos que no pudieron ser.

Mientras tanto, yo sigo escribiendo mis letras,
sé que no son tan buenas pero son mi “pasión”
y a quienes me critican en forma tan severa,
les doy todo mi afecto: quizá tengan razón.

J E R B



Se fué

Se fué, no dijo nada
callada quedó ausencia
desolada y muda.

Y sin decir el reclamo
con la mente perdida
y sin contestar el daño.

Y la libertad truncada
reina en la inmensidad,
soñador tiempo amante,
el alma que da vida
asumiendo la infamia
con la boca callada.

I S J.


Sin Rencor

Ya no me duele el alma
y vengo a decirte
que mucho te lloré
porque mucho te quise.

Aunque no lo creía
resultó algo grotesco.
El amor que sentías
te sirvió de pretexto.

Hoy vengo a decirte
cansada de llorar
gracias por no quererme,
por saberme olvidar.

Al fin me he dado cuenta,
vivo sin tu presencia,
no me hace falta verte,
ya no puedo quererte.


I S J.


La Esperanza

Qué hermosa es la esperanza
cuando la sentimos dentro,
cuando sentimos contento
por algo que no se alcanza.

Por algo no percibido,
por algo que no se toca,
ese algo que me disloca
y hasta me vuelve atrevido.

¿Es confianza la esperanza?
es palabra sin final,
es la esperanza acaso
quien unida al fracaso
nos anima a superar.

La muerte es esperanza
por conocer lo infinito,
y la esperanza al morir
es algo único, inaudito.

I S J.



Mi Respuesta

Tú me dijiste ven
cuando mi ser abría
sus ojos a la vida
al despuntar el día.

La vida es solo un día,
eterno si es contigo,
inacabable idilio,
si tú eres el amigo.

Alargaste tus brazos,
querías que yo corriera
a tu encuentro de amor
con inmensa respuesta.

Al sostén de tu mano
empecé a hacer solitos
respondiendo a tu voz
con deseos infinitos.

Así pasé mi vida
y ahora en mi vejez
sostienen mis solitos
tu mano y la pared.

Cuando llegue la vida,
“la vida de después”,
me sostendrá tu mano,
pero no la pared.

Y nos veremos siempre
correr tu amor y yo
y andaremos juntos
tu camino de amor.

Gracias por tu llamado,
mil gracias por tu voz
que me entregó tu vida
para andar en tu amor.

Tomada del Libro: “Mi Desierto, Poesías”
del Padre Rafael Alcántar Mondragón


Silencio

Camino en un sueño
profundo y silente,
buscando el camino
que llegue hasta ti.

Se abren al paso
tortuosos senderos
sembrados de angustia,
dolor y desdén.

Me aferro al recuerdo
de aquellos momentos
que todo era dicha,
amor y placer.

Encuentro el silencio
al final del camino,
silencio que agobia,
silencio sin fin.

J B


Remolineando Sentir de Salvatierra

Salvatierra pueblerina, de catrina, te vistes de percal,
te vistes de sombrero, te viste de abandono.
La culpa, no es tu culpa, la tienen, tus jerarcas
que todos se aprovechan para llenar las arcas.

Tristeza da verte, más cuando la vista es nueva,
regresando de tierras circundantes,
de ciudades vecinas, de ciudades grandes
que abrigan el progreso, que salen del letargo,
y tú, mi Salvatierra, abrigues la esperanza
de una novedad muy llena de promesas.

Generación una tras otra, como la lotería
se llena de esperanzas y el pobre sigue igual.
Parece encomiable y justo es verte tan hermosa
Tan llena de quietud, con tu vejez de moza.
Prosigue tu Santuario, en soledad y calma
mantente bien serena, y aquí descansa el alma.

Lo triste y desgarrante
es saber que tus hijos vagan sin ton ni son
buscando una esperanza que alegre el corazón.
Más esa esperanza es muerta, no hay fuente de trabajo,
la gente ya reniega, y te mandan al carajo.
Duerme feliz y quieta, sin ser mujer coqueta
pues el orgullo inmenso es verte tan tranquila
sin tener maquinaria, ni mano, ni maquila.

Tomado del Libro “Vademécum II”
del Lic. Raúl Sánchez Medina

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