Editado el contenido de la revista "Por Amor al Arte" del Maestro Mario Carreño Godinez

jueves, 9 de junio de 2011

Reflexiones

Lo que Piensa el Hijo del Padre

A los 7 años
Papá es un sabio, todo lo sabe.
A los 14 años
Me parece que Papá se equivoca en algunas de las cosas que dice.
A los 20 años
Papá está un poco atrasado en sus teorías; no es de esta época.
A los 25 años
El “viejo” no sabe nada; está “chocheando” decididamente.
A los 35 años
Con mi experiencia, mi padre a esta edad hubiera sido millonario.
A los 45 años
No sé si ir a consultar con el “viejo” este asunto, tal vez pudiera
aconsejarme.
A los 55 años
¡Qué lástima que se haya muerto el “viejo”!
La verdad que tenía unas ideas y una clarividencia notables.
A los 60 años
¡Pobre Papá! ¡Era un sabio!
Qué lástima que yo lo haya comprendido demasiado tarde.

Joven, mañana serás padre; recuérdalo siempre.

La Oración del Padre

Ayúdame, Señor, a comprender a mis hijos, a escuchar pacientemente lo que
quieren decirme y a responderles todas sus preguntas con amabilidad. Evítame
que los interrumpa, que les dispute o contradiga.
Hazme cortés, con ellos para que ellos sean conmigo de igual manera. Dame el
valor de confesar mis errores y de pedirles perdón cuando comprenda que he
cometido una falta.
Impídeme que lastime los sentimientos de mis hijos. Prohíbeme que me ría de sus
errores y que recurra a la afrenta y a la mofa como castigo.
No me permitas que induzca a mis hijos a mentir o robar.
Guíame hora tras hora para que confirme, por lo que digo y hago, que la honestidad es fuente de felicidad.
Modera, te ruego, la maldad en mí. Evítame que los incomode y cuando esté
malhumorado, ayúdame, Dios mío, a callarme. Hazme ciego ante los pequeños
errores de mis hijos y auxíliame a ver las cosas buenas que ellos hacen.
Oponte a que los castigue para satisfacer mi egoísmo. Socórreme para concederles todos los deseos que sean razonables y apóyame para tener el valor de negarles las comodidades que yo comprendo que les harán daño.
Hazme justo y ecuánime, considerado y sociable para mis hijos, de tal manera que ellos sientan hacia mí, estimación. Hazme digno, Señor, de que sea amado e
imitado por mis hijos.

Anónimo

Diez Consejos para los Padres

1. ACEPTE QUE USTED PUEDE ESTAR EQUIVOCADO
Si está usted “casado” con sus ideas y se considera poseedor de la verdad absoluta e infalible, las cosas van muy mal y explican que su hijo se sienta incomprendido. Reconozca que el mundo está muy lejos todavía de la perfección; tal vez en las ideas de los jóvenes encuentre algunas soluciones en las que otras generaciones no han pensado. Abra el corazón y el entendimiento a las nuevas ideas.

2. APRENDA A ESCUCHAR
La mayor parte de los padres tienen la mala costumbre de imponer a sus hijos un monólogo en vez de dialogar con ellos. Deje que su hijo hable. Escúchelo con atención y respeto. Aunque no esté de acuerdo con sus hijos, disciplínese a aprender a escucharlos, a dejar que expongan sus ideas completas sin que usted los interrumpa con expresiones despectivas.

3. APRENDA A REBATIR CON CORDURA
Deje que sus hijos expongan sus ideas y, una vez que hayan terminado, explique con toda claridad las suyas. Actúe con calma y no se deje llevar nunca por la pasión, ni asuma posturas de superioridad e infalibilidad que suelen resultar tan insoportables a los jóvenes.

4. ACEPTE Y ENSEÑE QUE TODOS PUEDEN TENER LA RAZÓN
Es muy posible que sus normas y sus teorías funcionen perfectamente en el mundo en que se desenvolvió o en el que se sigue desenvolviendo. Pero también puede ser que esas mismas normas ya no den resultado o ya no sean aceptadas en el ambiente de su hijo. No se trata de que el uno convenza al otro. Ambos pueden quedarse con sus propias ideas sin que eso interrumpa su conversación y su comunicación constante. Después de todo, debe ser muy interesante para ambos intercambiar ideas diferentes.

5. NO SERMONEE
Si para usted, la comunicación con sus hijos consiste en espetarles un discurso acerca de lo bien que a usted lo educaron y lo mal educados que ellos están, oiga nuestro consejo. Cambie de canal. Si la educación de antaño hubiera sido tan perfecta como los viejos pretendemos, el mundo no estaría sometido en el soberano lío en que se encuentra. Y si sus hijos están mal educados, la culpa no es de nadie, sino de usted. Así que más vale que olvide los sermones y trate de dialogar sin regaños.

6. RESPETE A SUS HIJOS COMO SERES HUMANOS
Para la comunicación real y duradera es necesario que sienta y demuestre un profundo respeto para sus hijos, sin importar qué edad tengan ellos o qué tan diferente de las suyas sean sus ideas. Usted, no es propietario de ellos (si se siente así, el mal definitivo está en usted, no en sus muchachos). Déjelos desenvolverse como individuos, déjelos realizarse como seres humanos y véalos así, y no como prolongaciones suyas.

7. ALÉGRESE DE QUE EL MUNDO ESTÉ CAMBIANDO
No asuma la actitud pesimista y errónea de que el mundo va hacia su perdición irremediable. Es verdad que el sentido de los valores está cambiando y que el mundo atraviesa por una época de desorientación; pero hay qué reconocer que antes de eso, el mundo andaba también muy mal y que cualquier cambio será siempre preferible al estancamiento. Alégrese de ser espectador de este cambio y aliente a sus hijos a participar en él con entusiasmo.

8. AYUDE SINCERAMENTE A SU HIJO
Es posible que tenga usted en verdad un hijo problema. Antes de decidir al respecto, consulte con algún experto en la materia. (Su sacerdote o médico particular le pueden recomendar un buen orientador juvenil). Si éste le dice que su hijo necesita auxilio, déselo, pero que sea ayuda profesional. Los sermones, castigos y regaños no resuelven ningún problema grave de conducta o actitud.

9. ACEPTE Y AME A SUS HIJOS COMO SON
Usted no es DIOS ni puede hacer “a sus hijos a imagen y semejanza”. Acepte su derecho a ser diferente y aprenda a amarlos tal como son.

10. MANTÉNGASE CORRECTAMENTE INFORMADO DE LO QUE SUCEDE EN EL MUNDO DE LOS JÓVENES
Lea cuanto pueda acerca de cómo piensa y actúa la juventud moderna. No se base en prejuicios y cuando se trate de juzgarla, ármese de buena información.


19 de Junio: Día del Padre
¡Felicidades!

Reflexiones para el Mes de: Junio

Llevad siempre con vosotros el escudo de la fe, porque él os defenderá de los ataques de los enemigos del alma (San Pablo). Esta es la victoria que nos permitirá vencer al mundo: nuestra fe.
(San Juan)

Quien desea ser sabio tiene que investigar y leer la sabiduría que enseñaron los antiguos, dedicar buenos ratos a leer autores serios; aprender la historia de los grandes pensadores del pasado y meditar en las frases de hombres célebres.
(El Libro del Eclesiástico, Ben-Sirá Cap. 39)

Mi secreto para obtener simpatía ha sido el esforzarme por hacer cada día alguna cosa en favor de los demás sin esperar recompensa. Dar una alabanza o un elogio... empezar una charla... brindar un cordial apretón de manos... demostrar interés por lo que el otro dice en su conversación... Estas cosas producen muy buenos efectos.
(Pradel)

Quien desea llegar a ser importante, hágase el servidor de los demás. Y quien desea llegar a ser el primero, hágase el servidor de todos.
(San Mateo 20, 26)

En la primera edad te dicen: “amo tu belleza”. En la segunda edad cuando la persona ha estudiado le dicen: “amo tus palabras”. En la tercera edad cuando ya se ha vuelto un ser dedicado a hacer bien a los demás, le dicen “amo tus buenas obras”. Todos deberíamos llegar a esta tercera edad.
(Triviño)

Descubrimiento es ver lo que todos han visto, pero pensar acerca de ello lo que ninguno había pensado. El genio es ese: el que ve donde otros no habían notado nada.
(Zent, premio Nobel)

A un gran bateador de béisbol le preguntaban: ¿No se llena de orgullo? Y respondió: “No me lleno de orgullo porque para anotar esos tres mil hits he tenido que lanzar 10,000 batazos, y de esos he fallado en siete mil”. Cuando nos vengan pensamientos de orgullos, recordemos algunas de nuestras fallas, que esto es un buen remedio.
(Og Mandino)

Debes ser fiel a tus amigos y cuando les llegue la pobreza acompañarlos en sus horas de sufrimiento y tribulación. Es necesario proteger a los amigos y no esconderse cuando ellos necesitan nuestra ayuda.
(Ecl. 22, 31)

Si quieres gobernar bien a los demás, tienes que gobernarte bien a ti mismo. Y si quieres gobernarte bien a ti mismo, tienes que aprender a gobernar bien tu corazón.
(Confucio)

Educar a un hombre es formar a un individuo. Educar bien a una mujer es hacerle un gran bien a toda una familia.
(Pradel)

El consejo más bello que oí a mi padre cuando yo era niño fué este: “Lo que Dios manda nunca es demasiado” y lo que Él permite es para nuestro bien.”
(P. Viganó)

Tomemos en serio nuestras ilusiones y proyectos y nuestros buenos deseos. Porque Dios no los habría puesto en nuestra mente si no quisiera ayudarnos a conseguirlos.
(Schwartz)

Tomadas del Libro: “Pensamientos Luminosos para Todos los Días”

Maravillas de El Espíritu Santo


15°. Lo que han dicho los Grandes Personajes acerca del Espíritu Santo
(continuación)

20º. ¿QUIÉN FORMÓ A LOS FUNDADORES?

El Espíritu Santo fué el que suscitó a los Fundadores de las Comunidades religiosas y los dotó de corazón de padres y maestros, capaces de una entrega total, y para prolongar su misión los guió en la empresa de dar vida a esas familias apostólicas. Esta presencia activa del Espíritu Santo es la base de la esperanza de toda Congregación, y la fuerza de cada uno de sus religiosos (Sgda. Congregación de religiosos, 1974).

21º. EL CARISMA NÚMERO UNO, Y EL NÚMERO DOS.

San Pablo recomienda como el Carisma o Regalo Número Uno que más que tratar de obtener del Espíritu Santo: LA CARIDAD: el amor a Dios y al prójimo. Dice que éste es el Carisma al cual hay que aspirar más que a los demás (1 Cor. 13). Luego recomienda como carisma importantísimo el de la profecía: o sea hablar: con gracia, con eficacia y con valor, los mensajes de Dios al pueblo (1 Cor. 14,1).

22º. EL MENSAJE DE CUATROCIENTOS OBISPOS:

En PUEBLA se reunieron en 1979 todos los obispos de Latinoamérica y dijeron lo siguiente acerca del Divino Espíritu: Jesucristo, así como envió el Espíritu Santo a sus apóstoles el día de Pentecostés, así lo sigue enviando ahora cada día a quienes se dedican a extender su reino (198). Estamos seguros de que la renovación de las personas y de la sociedad dependerá en primer lugar de la acción del Espíritu Santo. Es el que hace que el Evangelio logre encarnarse en la historia de cada época (199). Jesús dijo: “El Espíritu Santo, Espíritu de Verdad, os llevará hasta la verdad plena”. Él es el Paráclito que anima a todos los evangelizadores y los asiste para que lleven al pueblo la verdad total sin errores y sin limitaciones (202).

El Espíritu Santo es el que nos hace odiar el pecado (importantísimo en esta época de tanta corrupción y desorientación en la que se ha perdido el pudor y la conciencia que hace evitar el pecado).

El Divino Espíritu resucita a quienes están muertos por el pecado (203). La Iglesia reconoce con humildad sus muchos pecados pero confía en que por el poder del Espíritu Santo podrá verse libre de ellos (208) y podrá repetir con el Salmista “El Señor es la defensa de mi vida: ¿quién me hará temblar?

Aunque un ejército acampe contra mí, mi corazón no tiembla. El señor me protegerá el día del peligro, y así levantaré la cabeza sobre el enemigo que me cerca (Salmo 26).


23º. UNA RARA CUALIDAD: SER OPORTUNOS:

El Espíritu Santo con su Don de Consejo nos ayuda a sacar provecho de todo lo que sucede, para nuestra santificación y la salvación de los demás y para el progreso de las Obras de Dios. Hasta de nuestros pecados nos ayuda a sacar provecho. Y nos regala otra cualidad: ¿Qué cosa más difícil que hacer y decir siempre lo que más conviene en cada momento? Es la rara cualidad de la oportunidad: Porque no basta con saber que algo es bueno en sí, sino: en este momento, con estas personas, ¿es conveniente?
(continuará)…

La Oración

La oración ensancha nuestros corazones hasta darles la capacidad de contener el don mismo de Dios.
* Tengo la convicción de que los políticos pasan poco tiempo de rodillas.
Estoy convencida de que desempeñarían mucho mejor su tarea si lo hiciesen.
* Tenemos tanta necesidad de orar como de respirar.
* Hay personas que, con tal de no orar, pretextan que la vida es tan agitada que les impide hacerlo.
La oración no nos exige interrumpir nuestra tarea, sino que sigamos desarrollándola como si fuera una oración.
Lo que importa es estar con Él, vivir en Él, en su voluntad.
* La oración genera fe, la fe genera amor, y el amor genera servicio a los pobres.
* El primer requisito para la oración es el silencio.
Las personas de oración son personas que saben guardar silencio.
* Mi secreto es muy sencillo: oro.
Orar a Cristo es amarlo.
* Orar no es pedir.
Orar es ponerse en manos de Dios a su disposición y escuchar su voz en lo profundo de nuestros corazones.
* Hay una oración que las misioneras de la Caridad rezamos todos los días.
Es del cardenal Newman.

¡Oh Jesús! Ayúdame a esparcir tu fragancia
a donde quiera que vaya.
Inunda mi alma de tu espíritu y vida.
Penetra en mi ser y aduéñate de tal manera de mí
que mi vida sea irradiación de la tuya.
Ilumina por mi medio
y toma posesión de mí de tal manera
que cada alma con la que entre en contacto
pueda sentir tu presencia en mí.
Permanece en mí de manera que brille con tu luz
y que mi luz vendrá de Ti, oh Jesús.
Ni siquiera el rayo más leve será mío.
Tú, por mi medio, iluminarás a los demás.
Pon en mis labios la alabanza que más te agrada,
iluminando a otros a mi alrededor.
Que no te pregone con palabras,
sino con el ejemplo de mis actos,
con el destello visible del amor
que de Ti viene a mi corazón.
Amén.
Tomado del Libro: La Madre Teresa de Calcuta,
Vida y Meditaciones

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