Editado el contenido de la revista "Por Amor al Arte" del Maestro Mario Carreño Godinez

sábado, 9 de abril de 2011

Poesía: XLVII ANIVERSARIO

En este mes de Abril cuando la Primavera
nos muestra la belleza de las flores
y nos brinda el cantar de ruiseñores
volando entre la brisa mañanera.

En este mes de Abril, de Sol radiante
impregnado de fuerza y de energía,
viene a mi mente aquel Solemne Día
cuando Dios fue Testigo, y al instante
serías ya de por siempre Esposa mía.

Cuarenta y siete años han pasado;
cuarenta y siete hermosas primaveras,
y seguimos los dos siempre avanzando
por un camino a veces con espinas.

Fue gran felicidad la que vivimos
cuando Dios nos mandó el primer retoño
y al correr de los años comprendimos
que Dios seguía amoroso bendiciéndonos.

Has sido Tú una esposa comprensiva,
dedicada a tu hogar y muy discreta,
no reniegas de nada y tu vida
la compartes conmigo en mi pobreza.

Yo al mirarte me siento complacido
porque das a tus hijos gran ternura
que aunada a tu amor han comprendido,
que el tenerte por Madre es gran ventura.

Quiera Dios, amada compañera,
que lo que hemos sembrado fructifique,
que los hijos y nietos un día comprendan,
y el amor que les dimos lo practiquen.
Nunca terminaría, jamás, de darle
las gracias al Señor, al Dios Divino
que nos llena de amor en nuestros hijos
y nos va acompañando en el camino.
Mientras tanto sigamos adelante
nuestra Misión cumpliendo cada día;
yo te amo en el Alma, Estela Mía
sé feliz y gracias por amarme,
y te pido perdón, por soportarme.

J.E R B.

Poesía: Cristo

Mi creencia es Jesús, el betlehemita,
El Hijo de la Virgen israelita,
Jesús, el de castaño y grácil pelo,
el de los ojos tristes, como el cielo
trasparente y azul de Galilea.
Aquel cuyas palabras de consuelo
son más dulces que el ámbar que gotea
de los sacros panales del Carmelo.

Amo a aquel Pescador de Palestina,
que arrojaba la red de su doctrina
tejida de celestes claridades,
junto al pobre lagar del campesino,
del monte en las augustas soledades,
a la sombra del árbol del camino
y a la orilla del Mar de Tiberiades.

Amo a aquel Buen Pastor, paciente y bello,
que conduce amoroso sobre el cuello
a la ovejilla sin redil ni avena.
Al Jesús que al hipócrita condena
con ceño adusto y con la voz airada.
Al que en la Cruz divinizó la pena
y al que al rayo de amor de su mirada
prosternó ante sus pies a Magdalena.

Al que calmaba el noto y el violento
trajín del mar, que al látigo del viento
se hinchaba de furor, como una fiera,
mientras que, entre la obscura ventolera,
deslizaba su planta luminosa
sobre el férvido mar, como si fuera
el vuelo de una blanca mariposa
sobre el trébol en flor de la pradera.

Amo al Mártir del Gólgota, al Divino
Maestro, al melancólico Rabino
que, al cielo vuelta su inefable mano,
nos mostró, tras las nubes del arcano,
el País de las Bienaventuranzas;
y al que al erial del corazón humano
arrojaba estas dulces esperanzas,
igual que al surco el sembrador su grano:
"¡Ten fe, como la lámpara su llama!
¡Doma tus odios!, ¡ama al que no te ama!
¡Inquiere para orar el más umbroso
rincón del templo! ¡Al que te hirió alevoso,
muéstrale sin rencor tu otro carrillo!
¡Si tu ojo fuere cándido y sencillo,
tu cuerpo será luminoso!"…

A veces, cuando mi alma se debate
en el dolor, y queda en el combate
como un soberbio gladiador romano
-sin pedir compasión, porque es en vano-,
pasa Cristo, y su bálsamo y su vino
derrama en mis heridas con su mano,
y luego me levanta del camino
con el amor del Buen Samaritano.

Cuando la duda sin piedad me azota
y va mi fe como barquilla rota
sacudida por ímpetu violento;
cuando en el fondo de mi pecho siento
extinguirse el vigor de la esperanza,
irradiando majestad, tranquilo y lento,
Cristo hacia mí por sobre el mar avanza,
y se calman el piélago y el viento.

Cuando, acogido en mi interior, razono,
y en medio del horror de mi abandono
el alma siento de piedad sedienta;
la fe del Hijo Pródigo me alienta,
y a través de la noche del olvido
torno a Jesús con ansiedad violenta,
como el pájaro errante busca el nido,
cuando estalla el furor de la tormenta!

¡Oh, Jesús, resucítame: estoy muerto
para el bien! ¡Soy un náufrago; sé el puerto!
¡Soy cautivo!: ¡quebranta mi condena!
¡Soy tempestad!: ¡mi espíritu serena!
¡Tengo sed: sé tú el agua de mi fuente!
¡Y déjame, oh, Jesús, en toda pena
sobre tu pecho reclinar mi frente,
como a Juan en la noche de la cena!...

J B

Poesía: Iba Cristo

(Incidente que no consigna la Biblia)

I
Iba Cristo muy lento, muy triste y tan paciente
como la mansa roca bajo el furor del mar…
Incendio eran sus labios, incendio era su frente
y era su manto púrpura la pira del poniente,
serpenteando en las carnes de un mustio lirio albar
Y el látigo vibraba
y en sus miembros se hundía,
y con la cruz al hombro, Cristo se desmayaba,
y, como flor de invierno, Cristo palidecía
y siempre caminaba…

II
Y cuando en una cuesta, sin fuerzas, dolorido,
Cristo se va inclinando, casi falto de aliento,
de aquel turbión hirviente, de aquel mar removido
do ruge la blasfemia como un Satán erguido,
triunfa la voz de un bardo con este humano acento:
-"Corramos, que ya cae; mirad cómo se inclina,
que palidece y tiembla, que se desmaya y muere!
¡Piedad para ese Justo que el látigo asesina!
¡Mirad cómo en sus miembros la sangre purpurina
semeja un gran incendio que consumirle quiere!"
Y truenan al instante gritos aterradores
cual canto de montaña bajo la tempestad;
gritos que son agudos dardos desgarradores
que vuelan y se clavan sobre la sien de amores
del bardo que clamaba, para Cristo, piedad…
Y el látigo vibraba
más rudo todavía;
y con la cruz al hombro, Cristo se desmayaba,
y, como flor de invierno, Cristo palidecía
y apenas caminaba…

III
Y Cristo más no puede. La sangre derramada
en estrellas de púrpura florece en el camino.
La tarde en el poniente se entreabre cual granada
y vierte en el Calvario rubíes en cascada
como un chorro de sangre sobre un cráneo cetrino.
La pompa vespertina derrama su influencia
de amor en los esbirros, de paz en el turbión;
y aquel mar removido siente la somnolencia
del vértigo que vuelve de su rauda demencia
cuando bregó y no pudo vencer a la razón…
Y hay un recogimiento de toda gritería,
y suelta el manso diálogo su ritmo de colmena:
-¿Por qué lo ultrajan tanto?
-Dizque por ser Mesías.
Tercia un poeta y dice: -"Nadie jamás podría
decir: "Este es el crimen fatal que lo condena".
Y un fariseo dice: -"¡Por prédica hechicera!
Y un siervo de la noche de nupcias en Canaán:
-Por seductor y brujo; por su vida fiestera…
Lo he visto cien, mil noches bajo una borrachera
¡multiplicando el vino, multiplicando el pan!...

Cristo más palidece;
ya en su mirar no hay luz,
y, como flor de invierno, se inclina, desfallece
y cae bajo la cruz.

Tomada del Libro: "El Tesoro del Declamador"

Poesía: "Nunca digas No…"

Nunca digas no.
No le niegues nunca al Amor nada.
No sueñes sino en ser suyo.

No te opongas a su voluntad.
Él, que es Amor, se ha dado a ti en amor.
Ámale sin límites,
ni temores ni barreras.

Agradece al Señor las caricias,
y la dulzura y los besos
de otros días.
Y acepta todos los misterios
que se cierren sobre ti.
No dejes de amar
a través de tus lágrimas.
Acéptalo todo, todo, todo.
Mantente firme en el camino
por donde Dios te lleva.
Aunque te hieras, sangres,
mueras…

Deja que Dios te cincele el corazón,
aceptándolo todo, todo, todo.

Pide a Cristo
a quien llevas en tus ojos,
que agote toda la sustancia
de tu vida por su gloria.
Amén.

del Padre
Salvador Rivera O.C.D.
tomado del libro:
"El Sonido de un
Silencio Ligero"

Poesias

"Sra. de los Dolores"

¿Qué cariño sublime se presiente
Frente a la Imagen del Amor Sagrado?
El único blanco Inmaculado
nido amoroso de ternura Inmolado.

Mujer Bendita, tu sien encanecida
presenta tu corona de penas y dolor.
Dolor de Cristo, herencia bendecida,
Dolor que Cristo sufrió en su pasión.

Cuando llorando llegaste hasta el Calvario
y moribundo miraste a Jesús,
con manos incrustadas, miraste el sudario,
ahí estaba tu hijo, clavado en la Cruz.

¡Cuánto sufriste, Santísima María!
sacrificaste el más sublime amor.
Porque Jesús te dijo en su agonía:
Mujer, he ahí a tu Hijo,
y aspirando… Perdónalos, Señor.

I S J

Orfandad

El alma llora en silencio su orfandad.
Aspirando regresar a la Patria Celestial

Donde su Señor la espera
con un lugar escogido
para nunca más salir
de ese lugar elegido.

Es la Patria Celestial
la esperanza y consuelo
del peregrino terrenal
que ronda por este suelo.

Para así ganar ese premio
que es del Cielo.

I S J

Poesía: Mi Maestra



Todas las mañanitas
me traen al Jardín,
Querida maestra,
a entregarme a ti.

A veces sonriendo,
o casi llorando,
a veces alzado,
otras caminando.

Vengo a que me enseñes
a hacer mil cositas,
juegos y canciones
que son muy bonitas.

Siempre me equivoco
y te digo "mamá",
pues tú me consuelas
si empiezo a llorar.

Maestra bonita
no llores por mi
si mis travesuras
te han hecho sufrir.

Te daré un besito,
cariñitos mil,
si tú me prometes
siempre sonreír.

J J P B


21 de
Abril: Día de la Educadora
¡¡Felicidades!!
Para Llenar sus Ánforas…

Para llenar sus ánforas el río
bajó a lo más humilde de su lecho
y entre lajas y peñas tendió el pecho
para llevar sus aguas al plantío.

Al humillar su excelso señorío
sembró vida en lo seco del barbecho
y llevó la alegría a cada techo
haciendo vida y pan su poderío.

Si somos río todo desbordante
de humildad, de servicio y sencillez,
haremos que la espiga se levante

en los secos barbechos de la fe
y la vida de Cristo sea radiante
en este mundo, sucio y cruel.

Tomada del Libro: "Mi Desierto, Poesías"
del Padre Rafael Alcántar Mondragón

Libro

Vive tu Vida y Se un Genio
La Paz Auténtica

Buscamos la paz verdadera, pues no sólo reprobamos las guerras injustas entre las naciones, sino también la revolución dentro de los propios connacionales, pues sería incongruente condenar la guerra y aprobar la lucha en la que se destrozan los propios hermanos, ¡infinitamente más cruel! Queremos la paz, y sólo es auténtica aquella que nace de lo profundo de cada corazón humano que goza de armonía con Dios y consigo mismo y sobreabunda de caridad fraterna. Quede lejos todo lo que trascienda a odio; sólo el amor es constructivo.

Y también por eso estoy aquí, porque no quiero ser nunca abismo que separe, sino puente que una. Traigo el afecto que siempre he sentido por los que aman la justicia social y se sacrifican por ayudar a sus hermanos desconocidos que padecen privaciones. Siempre me han demostrado ser mis amigos más sinceros aunque sean distintas nuestras ideas sobre los medios, pues el objeto tiene semejanzas y en él nos unimos. Yo he escuchado por largos años sus teorías, y ahora, como el mejor regalo que puedo ofrecerles, vine a participarles el rumbo de un camino que representa la síntesis de los dos regímenes que hoy se disputan el mundo, y que por ser síntesis será el que a la postre triunfe y se establezca.

El mañana tal vez será socialista; pero el pasado mañana será cooperativo. Mañana reinará quizá Carlos Marx; pero pasado mañana vendrá Cristo.

Tomado del Libro: "Vive tu Vida y se un Genio"
de: Emma Godoy

- Fin del Libro -

Leyenda


El Padre Mangas

Desde hace muchos años, más allá del 40, era tradición, en el Internado del Colegio del Estado, hoy Universidad de Guanajuato, que los alumnos veteranos intimidaran a los "chinches" como llamaban a los novatos, diciéndoles que por esos pasillos umbrosos y de manera especial en la que fuera en diferentes tiempos capilla, refectorio, salón de actos, dormitorio, biblioteca y finalmente sala de acuerdos del Consejo Universitario, se aparecía el ánima del Padre Mangas.

Para los "chinches" aquello era verdadero tabú, de modo que no osaban ni siquiera preguntar quién era el Padre Mangas. Admitían el infundio tal como venía y en cualquier lugar oscuro y quieto les parecía ver aquella sombra fatídica. Como en ese salón, entre otros muchos cuadros y pinturas, se hallaba un óleo con el medio busto del sacerdote, más hondo era el impacto que causaba la idea de taparse en cualquier momento con el célebre presbítero. En los años que fue rector, casi dos décadas, pasó por mil vicisitudes y contrariedades que a otro hubieran doblegado pero no a un espíritu selecto como el suyo.

Nada menos cuando los preludios de la guerra de Independencia, y particularmente cuando llegó Iturbide y dispuso que el Colegio se convirtiera en Casa de Moneda, lo que suponía la clausura de las cátedras que allí se impartían; no obstante, gracias a la honda vocación que el Padre Mangas (don Marcelino Mangas) sentía por la enseñanza y todo lo que ésta supone, en las piezas que en el entresuelo del edificio consiguió para su morada seguía impartiendo sus cátedras, con gran sacrificio, sin emolumentos y hasta con riesgo de recibir algún castigo.

Así prolongó esa situación de penuria hasta el establecimiento de la República, en 1828, año en que se creó la entidad estatal guanajuatense; de ahí el nombre del Colegio del Estado. A él se debió la reforma completa del antiguo Colegio en participación con el primer gobernante de ese régimen, y la caridad de personas altruistas, nombre que lleva la calle donde se ubica la que hoy es Universidad de Guanajuato.


Tomado del Libro: "Leyendas de Guanajuato, Historia y Cultura"

Biografía

Rubén M. Campos
(1876-1945)
Poeta, folklorista y compositor.

Nació en la ciudad de Guanajuato, el 25 de abril de 1876. Hizo sus estudios primarios y secundarios en la misma ciudad, y durante diez años escribió para la prensa de la capital guanajuatense. En 1895 fue cronista de El Demócrata; en 1906 figuró como profesor de lengua española y literatura en la Escuela Nacional Preparatoria y en las escuelas normales, y a partir de 1910 ingresó como profesor de historia del arte en la Escuela Nacional de Música y en varias escuelas nocturnas. En 1898 ingresó a la Secretaría de Educación Pública como profesor, trabajo que desempeñó hasta su muerte, con excepción de los años 1920 y 1921, en que don Venustiano Carranza le nombró cónsul de México en Milán.

Fue amigo inseparable de Luis G. Urbina, Amado Nervo, José Juan Tablada, Jesús E. Valenzuela, y además poetas y literatos que se agrupaban en torno a la Revista Moderna. En esa publicación dio a conocer sus versos y prosas, de un elegante corte modernista, y a su regreso de Italia se entregó de lleno al estudio del folklore mexicano, viajando por el país, especialmente por Michoacán, para recoger el material que habría de servirle para sus interesantes libros que tituló: El folklore y la música mexicana, El folklore literario de México, El folklore de las ciudades, La producción literaria de los aztecas, y algunos otros más, que fueron muy elogiados.

Durante los últimos veinte años de su vida trabajó en el Museo Nacional de México, investigando, enseñando dando conferencias y escribiendo libros, entre ellos uno de Memorias, que dejó inédito, y los siguientes que son más conocidos: Cuentos Mexicanos; La flauta de Pan, poemas; Las alas nómades, relatos de viajes; Claudio Oronoz, novela; Chapultepec, ensayo histórico literario. En 1892 colaboró en el periódico El Liceo Mexicano, en 1895 en El Demócrata, en 1896 en El Imparcial, en 1897 en El Nacional, de 1898 a 1902 en La Patria, de 1917 a 1919 en El Universal y anteriormente, de 1898 a 1908, escribió para la Revista Moderna.

En unión del maestro Ernesto Elorduy escribió la ópera Zulema. Hizo algunas otras composiciones musicales y estudios sobre la música, que denotan su gran conocimiento en ese arte, al que dominó como al de la literatura. Fue además, profesor de literatura e idioma español en la Universidad Nacional de México; de literatura española y mexicana y de español en la Escuela Nacional Preparatoria; de español en las escuelas de Artes y Oficios; de literatura en el Conservatorio Nacional de Música y Declamación, y de etnografía en el Museo Nacional de México.

A las obras mencionadas con anterioridad hay que agregar las siguientes: el ensayo México literato, su novela El bar y la monografía histórica Aztlán, tierra de las garzas, que le fuera editada por la Secretaría de Educación. El periodista Gilberto Rubalcaba nos ofrece otros datos biográficos de Rubén M. Campos, y fija su nacimiento el 25 de abril de 1874, en Piedra Gorda, hoy Ciudad Doblado Guanajuato. Fueron sus padres don Felipe Campos y doña Juana Campos de Campos. Murió el 8 de junio de 1945, a las siete de la mañana, en la casa número 60 de las calles de Guerrero, Coyoacán, Distrito Federal, y fue sepultado en el Panteón Jardín. La oración fúnebre estuvo a cargo del licenciado Luis G. Ortega.

Tomada del Libro "Músicos Mexicanos" de Hugo de Grial

Algo mío

Todos los Niños del Mundo
Himno por: Mario Carreño G.

Todos los niños del mundo
en un solo corazón,
llevan un mismo camino,
van en igual dirección.

Todos los niños del mundo
son de la misma opinión,
hablan el mismo lenguaje,
cantan la misma canción.

Todos los niños del mundo
cantamos a una voz:
que no queremos mas guerras,
egoísmo ni rencor.

Que haya tan solo alegría,
que haya justicia y unión,
cantemos ¡viva la vida,
viva la paz y el amor!

Todos los niños del mundo
de toda raza y color,
vienen unidos clamando
por una vida mejor.

Que los niños de la calle
tengan respeto y amor,
que no haya niños golpeados,
que reine la comprensión.
Todos los niños del mundo
cantamos a una voz:
que no queremos mas guerras,
egoísmo ni rencor.
Que haya tan solo alegría,
que haya justicia y unión,
cantemos ¡viva la vida,
viva la paz y el amor!

Fábulas

El Rincón para Niños
Los Niños y la Mariposa

Tras de una hermosa
mariposilla,
corren tres niños
por la campiña;
al bello insecto
los tres admiran,
y van y vienen
y alegres gritan.
Todos en ella
fijan la vista,
todos la buscan
llenos de envidia.
Uno el pañuelo
veloz agita,
otro da un salto
y otro se inclina;
la mano extiende
con gran delicia,
y se le escapa
cuando creía
que iba a cogerla,
y aquí la risa,
y aquí las burlas
y la alegría.
Pero tras tantas
vueltas perdidas,
el más ligero,
dándose prisa,
al fin alcanza,
la fugitiva:
"Albricias, dice,
yo quiero albricias";
y entre sus manos
la muestra viva.
Llegan los otros,
y aquí la riña:
Uno la coge
otro la estira,
y otro la estruja,
y en tal fatiga,
pierde las alas,
con que lucía
la desgraciada
mariposilla.
Y los muchachos,
¿quién lo diría?
¡Ay! una oruga
tan sólo miran.
Así son los hombres
van en la vida,
buscando bienes
que son una mentira.
Y tras mil luchas
y mil perfidias,
un desengaño
tan sólo miran.
¡Ay! en el mundo
tal es la dicha,
tal es la gloria
que el hombre ansía.

J R M




El Cordero y el Asno

No lejos de un cordero,
que a la sombra de un álamo dormía
el sueño de los justos placentero,
cierto borrico un día
en dulce calma y con placer profundo,
como el mejor gastrónomo del mundo,
fresca cebada sin cesar comía.
De pronto resonó, tras de la umbrosa
selva, el clarín vibrante
de tropa numerosa;
el previsor cordero, en el instante,
un gran salto dio de asombro lleno,
y "huye", dijo al pollino, a la cañada.
El borrico sereno,
cual si estuviera la llanura sola,
como el que nada ve, ni teme nada,
se abanicó las patas con la cola
y prosiguió comiendo su cebada.
-"Hay un peligro inmenso,
dijo el cordero, y pienso,
mirándote comer de esa manera,
¡oh mísero pollino!
que no sabes el bárbaro destino
que en poder de esos hombres se te espera.
-"¡Qué medroso es usted, cómo exagera!"
Le respondió el jumento;
márchese, pues, violento,
y déjeme en el borde del abismo,
que al fin para sufrir desgracias grandes
estar aquí o en Flandes
es para mí lo mismo.
Triste es mi condición y nunca medro;
pero la vida es corta,
y poco ya me importa
que se llame mi dueño Juan o Pedro,
que aunque nunca he tenido gustos malos
todos me dan de palos".

Caro lector, advierte
que es verdadero lo que el asno respondía;
que aunque cambie de dueños cada día,
jamás el burro cambiará de suerte.

J R M

Canción


Eric, Peter y Jan

Eric, Peter y Jan son tres cretinos
que juegan sin cesar con mi paciencia.
Adorables los tres, mis tres sobrinos.
Graciosos chantajistas con licencia.

Eric, Peter y Jan son tres sabuesos
que siempre van detrás de algún espía.
Bulliciosos, alegres y traviesos
en su mundo sutil de fantasía.

Eric, Peter y Jan son millonarios
y llevan su tesoro en el bolsillo:
lagartijas de todos los tamaños
y ranas y canicas a porrillo.

Hay que ver cómo escuchan enseguida
un "tilín" familiar y callejero,
entonces se produce la estampida,
los tres se van detrás del heladero.

Eric, Peter y Jan, en cuanto llego
entre los tres desarman mi equipaje,
ellos saben que hay cosas para ellos
se mueren por saber lo que les traje.

Eric, Peter y Jan son de esos críos
que nadie los retiene en una silla,
que se bañan desnudos en el río,
que siempre se lastiman las rodillas.

Eric, Peter y Jan son tres razones
para recuperar el buen sentido;
no tenemos derecho los mayores
a dejarles un mundo destruído.

Mas si todos los hombres del planeta
cerráramos la puerta al egoísmo,
Eric, Peter y Jan, en bicicleta
jugarían muy lejos del abismo.

Eric, Peter y Jan, mis tres sobrinos,
no importa que me gasten la paciencia,
porque son adorables, los cretinos,
graciosos chantajistas con licencia.


A C



30 de Abril
Feliz Día del Niño

¿Dónde Están las Llaves?
Era un río que corría
limpio y puro, mansamente,
eran de sus dos orillas,
la sombra y la hierba verde,
las huellas del caminante,
el pescador y los peces
y el signo de los amantes
en casi todos los puentes.
Era un río que corría
limpio y puro, mansamente.

¿Dónde están las llaves?
matarile rile rile
¿Dónde están las llaves?
matarile rile ro.

Será preciso enseñar
otra canción a los niños;
Ya no hace falta buscar
la llave que se ha perdido,
porque la tiene un señor
colgada de su llavero;
hijo de doña Ambición,
don Poder y don Dinero.
Será preciso cambiar
el antiguo cancionero.

¿Dónde están las llaves?
matarile rile rile
¿Dónde están las llaves?
matarile rile ro.

No tenemos llave.
Hay que estar despierto,
porque hay algo grave…
El diablo anda suelto.


Era un hombre que pensaba
con claridad transparente
y sus ideas tan claras
como el agua de la fuente.
Quiso salir del embudo
y abandonar la manada;
quiso salir y no pudo,
la puerta estaba cerrada.
Quiso salir y no pudo…
Y era un hombre que pensaba.

¿Dónde están las llaves?
matarile rile rile
¿Dónde están las llaves?
matarile rile ro.

Será preciso enseñar
otra canción a los niños;
Ya no hace falta buscar
la llave que se ha perdido;
las tiene el mismo señor,
colgada de su llavero;
hijo de doña Ambición,
don Poder y don Dinero.
Será preciso cambiar
el antiguo cancionero.

¿Dónde están las llaves?
matarile rile rile
¿Dónde están las llaves?
matarile rile ro.

No tenemos llave.
Hay que estar despierto,
¡Atención a todos..!
El diablo anda suelto.

A C

Narraciones

"Tramos de Caminos Peligrosos"
Por : R M P

El día 22 de enero del año 2004, murió el Sr. Felipe Ramírez en el hospital del ISSSTE de la ciudad de Celaya, Gto. Un hijo suyo de nombre Nicolás y un cuñado del finado, se presentaron en las oficinas de la institución para recibir la autorización y poder trasladar el cuerpo a la ciudad de Salvatierra, Gto. Por fuera esperaba la carroza fúnebre. Los trámites fueron tardados, por lo que fueron saliendo de Celaya después de la una de la madrugada. El carro-carroza tomó carretera a una velocidad de 130 Km./h. El vehículo era manejado por el chofer del velatorio con un ayudante. En la parte de atrás fue acomodado el ataúd sostenido por Nicolás y el yerno del finado.

Venían sin novedad alguna, cuando al pasar a la altura del pueblo "El Fénix", de pronto, el chofer vió que por su carril y a corta distancia, se levantó en plena carretera una especie como de sábana que cubrió casi totalmente la visibilidad de la carretera, LUEGO EN DOS O TRES SEGUNDOS sucedió un encontronazo entre aquella cosa desconocida y la carroza. Obra de Dios, que el chofer intuyó el peligro, frenó diestramente. Para esto, él ya no veía nada de carretera y un corto trecho iba a ciegas. La suerte los favoreció, pues a esa hora ningún otro carro iba ni venía, además ese tramo de carretera es recto. Coincidiendo los ocupantes de la carroza que habían recorrido sin control, no menos de 50 metros. Decía el chofer: "Gracias a Dios estamos ilesos. Si yo hubiera venido distraído, soñoliento o borracho, hubiéramos sufrido con toda seguridad un serio percance.

Según comentarios del operador de la carroza, en ese tramo del "Fénix" han ocurrido varios accidentes mortales. Algunos compañeros de oficio, al pasar por este tramo de carretera, han oído unos lamentos de mujer muy fuertes y muy largos que cruzan en varias direcciones para perderse en la lejanía oscura de la noche. Otro punto peligroso, decía el mismo chofer, está en el crucero con el camino vecinal de Urireo. En este lugar se han registrado accidentes muy fatales; como el ocurrido en este punto a mediados de febrero de este 2011, entre una camioneta y una moto. Todos muertos casi destrozados.

El otro caso fue también bastante horroroso como el anterior. Pues este espanto torturó a su víctima por algún tiempo, hasta tener un desenlace que pudo haber sido fatal para esta familia. Este espanto en la forma en que se presentó, pudo haber sido un ente escapado de la Tabla Ouija o de alguna ceremonia satánica. Fue terrible y de mucho riesgo. No fue para menos, debe ser horrible morir de susto. Hasta yo tengo miedo comentar el caso, pero ya tengo la pluma en la mano y tengo qué seguir adelante. Para las cosas del otro mundo, no hay hombre valiente.

Pues bien, el afectado fue un Salvaterrense que lo voy a presentar con otro nombre, porque así me lo pidió él. Por eso lo llamaré Fidencio García. Hombre joven, moreno, casado y profesionista. Este señor suplía una plaza en la ciudad de Moroleón, Gto., terminaba su horario de trabajo y volaba a la ciudad de Tarimoro donde cumplía un contrato por obra determinada. De manera que de lunes a viernes y casi a la misma hora, pasaba por la ciudad de Yuriria a eso de las dos o dos y media del día.

"Cuando empezó todo eso, -me cuenta Fidencio-, fue un día del mes de diciembre del 2009. Pasaba yo frente a la gasolinera que está en las afueras de Yuriria en la salida a Salvatierra a una moderada velocidad. Había recorrido unos dos kilómetros, cuando me percaté que en el asiento de atrás de mi carro estaba sentada una mujer, que en ningún momento había subido a mi auto. La vi claramente por el retrovisor. Empezó a reírse y con el índice me llamaba y me decía: "Te voy a llevar". De rabo de ojo miraba yo a la mujer que me pareció maliciosa, casi perversa y fea como una endemoniada. Todo el camino me fue perturbando. Yo no le decía ninguna palabra, pues yo intuía, que aquello no era cosa buena. Por fin, un poco antes de llegar al puente nuevo ya para entrar al boulevard de aquí de Salvatierra, la tentación desapareció".

"Vaya, vaya… me dije: en plena marcha, abordó esa mujer mi vehículo y desapareció en la misma forma en que se me apareció. Esta tentación la soporté más de treinta veces. Lo curioso del caso era que cuando venía acompañado no se presentaba. Recuerdo que ya para los últimos días, tal vez de la fecha que ella se había fijado para matarme y llevarme, yo ya me sentía muy mal de mis nervios. Para esto yo ya había enterrado a mi madre y a mi esposa de mi situación y ellas se encontraban preocupadas."

"Cuando menos lo esperaba, la última vez que me cayó el Ente malvado, fue en día sábado y no fue en la carretera. Apareció en la sala de mi casa, como a eso de las nueve de la noche. Sentada en un sillón me llamaba como de costumbre y me decía lo mismo: "Te voy a llevar…". -Entonces grité fuerte y espantado: ¡Ahí está! ¡Ahí en un sillón…! -¿Dónde?, -gritaron al unísono mi madre y mi esposa. Al no ver a nadie dijeron: "¡Cálmate, son tus nervios!" -Ellas no miraban a nadie. –Vamos a traer al doctor. –No, no –les contradije-, les digo que ahí está en el sillón, me llama y me dice que me va a llevar. –Entonces mi madre corrió con premura a donde tenía el agua bendita de San Ignacio. Tomó el frasco y una flor blanca de plástico y empezó a rociar el agua en dirección al sillón.

El ente desapareció, pero a los pocos segundos, apareció en otro lugar de la sala. Yo lo volví a señalar… Ellas empezaron a rezar y a espolvorear sal bendita y sin dejar de lloverle agua bendita. De esta manera lo echaron fuera de la sala. Ya en el pasillo, volví a ver al ente maléfico. Entonces mi esposa, alzando los brazos al cielo, dijo: "MADRE SANTÍSIMA DE LA LUZ, LÍBRANOS DE ESTA COSA MALA. MI MADRE IGUALMENTE LE PEDÍA A LA SANTÍSIMA VIRGEN DE GUADALUPE SU PROTECCIÓN. Yo no podía pronunciar bien las palabras, sentía un malestar terrible y como que me faltaba la respiración. Aquella batalla duró no menos de media hora. Por fin desapareció aquella entidad perturbadora, que de hecho pretendía arrastrarme no sé a dónde".

-Con cierto temor, el Sr. Fidencio García terminó su relato con estas palabras: "Seguí pasando por Yuriria a las mismas horas, pero el ente malo no me volvió a perturbar. Luego, terminé aquella suplencia y no volví a pasar por Yuriria, salvo de vez en cuando se me ofrece pasar por esa carretera".

Lector amigo: ¿Verdad que estuvo interesante este relato? Este caso fue macabro, semejante a los que nos cuenta "El Monje Loco" para dormir a gusto por la noche, con la diferencia de que este sucedido fue verídico, ocurrido en estos tiempos modernos, en que mucha gente se ríe al leer u oír estos relatos, tomándolos como inexistentes. Sin embargo, vale más prevenir que lamentar, como dice el adagio. Yo, como buen amigo tuyo, te sugiero que nunca falte en el interior de tu vehículo una imagen del santo de tu devoción, así como en tu casa que no falten las imágenes benditas y sobre todo el agua bendita y la sal también bendita , que son las armas que nuestra Iglesia Católica pone en nuestras manos, frente a las insidias del demonio y de los espíritus malignos, que como dice San Pedro: ANDAN POR EL MUNDO COMO LEON RUGIENTE, BUSCANDO VÍCTIMAS A QUIÉN DEVORAR. Por eso, seamos razonables, pues las evidencias las tenemos a la vista, con los casos que a diario se presentan en todas partes y a toda hora.

Leyendas

El Baile de las Muertas en la Calle Hidalgo

Arturo y sus dos acompañantes formaban un trío musical, se ganaban la vida tocando melodías hasta entrada la noche en los bares de la ciudad, complaciendo a los parroquianos pasados de copas que siempre hay.

Habían estado tocando en una de las cantinas que hay sobre la desviación Celaya-Yuriria, muy cerca de la Central de Autobuses. Al terminar decidieron irse a sus casas, tomando desde la carretera la Calle Hidalgo, al llegar a la esquina que forma ésta con Leandro Valle, en la vieja casona que un día habitó el Dr. Ramón Ruiz, un grupo de muchachas, siete para ser exacto, les preguntaron que si podrían tocarles un rato en la fiesta que iban a celebrar allí, en esa casa y cuánto les cobraban.

Al entrar a la casa les causó sorpresa no ver más invitados a la fiesta, estaba sólo el grupo de muchachas. La fiesta fue corta, pero divertida, al terminar las jóvenes les pagaron y los despidieron amablemente. A Arturo se le olvidó la guitarra, por lo que decidió ir al día siguiente a recogerla.

Al día siguiente, cuando volvió por la guitarra, encontró la casa sola y cerrada, como ha estado por años, ningún vecino sabía nada, ni si allí se había celebrado una fiesta, ni quien era el encargado para que le abriera. Cuando logró entrar no encontró nada, ni rastros de fiesta alguna, ni su guitarra.

Hace dos siglos y medio, se asentó en Salvatierra un próspero comerciante en telas, vivió precisamente en esa casa, donde también vendía su mercancía. Presumía que las suyas eran las mejores telas que se comercializaban en la región, decía que sus sedas le llegaban desde el oriente, a bordo de la Nao de China, que cada año llegaba al Puerto de Acapulco.

Todo en la vida le había sonreído, menos que la providencia le concediera tener un heredero varón, había procreado con su mujer siete hermosas jóvenes dignas de cualquier mancebo acaudalado de la región. Esto le amargó su existencia y recaló contra sus hijas, no permitiéndoles salir ni a la tienda de telas, las sacaba solamente muy temprano el día domingo al Templo de los Franciscanos a oír misa.

Las muchachas desesperadas por el encierro en que las tenía su padre, que era peor que estar en un convento o en la cárcel, decidieron escaparse, su padre las sorprendió y cegado por la cólera las mató a golpes.

Con lo que se encontró Arturo y sus compañeros del trío, fue con las ánimas de las bellas jóvenes, que libres de su padre hacen sus fiestas en algunas noches.

¿Por qué son Güeros los del Sabino?

Las gentes del Sabino son: güeros, blancos, ojos de color, altos, ni parecen mexicanos dicen algunos. Pero ¿Por qué? Si todos sus vecinos no lo son, es un rasgo étnico único en ese pueblo. Existe la versión de que durante la intervención francesa en México, se estacionó en ese lugar un destacamento de soldados de esa nación.

El Sabino era apenas un caserío, pues fue hasta 1896 cuando se instaló la Vicaria, y su templo parroquial data del año 1901. Por lo que se cree que los actuales habitantes son descendientes de la gente allí asentada y de los soldados franceses destacados en ese lugar.

Pero una leyenda de mediados del siglo XVIII, nos narra que Diego Hernández era un joven pastor que habitaba en el pequeño caserío del Sabino, todos los días llevaba a su ganado a las faldas del Cerro de Culiacán a pastar. Cierta vez, en pleno mes de abril cuando el calor arrecia y las lluvias todavía no llegan, notaba que una de sus vacas se le desaparecía todas las mañanas, volviendo a aparecer por las tardes mojada y enlodada, lo que le intrigaba es que cerca no había agua, ni arroyos o algún charco, todo estaba seco, no se explicaba en dónde se mojaba el animal.

A los pocos días decidió seguirlo, fue tras él por caminos escabrosos y difíciles como unas dos horas, vió que se introdujo a una cueva de entrada muy pequeña, casi ni se notaba en las piedras y la maleza.

Diego decidió seguir al animal hacia el interior, notó que la cueva se agrandaba, al llegar a determinado lugar era muy ancha y tan alta que cabría un pueblo entero dentro de ella. Había un gran lago de aguas cristalinas, en el centro una isla donde estaba asentada una ciudad habitada por gente muy distinta a él, pues era rubia, blanca y alta, y ojos de color.

Esa gente le dijo que estaban allí desde hacía mucho tiempo, que para ellos, había llegado la hora de ayudar a la gente del exterior, como a los habitantes de su caserío, que eran buenos y humildes.

El joven pastor pasó un tiempo con ellos, conoció a una linda muchacha con la que se casó, decidió volver a su pueblo acompañado por ella, y de un grupo de jóvenes y bellas mujeres que contrajeron matrimonio con los hombres del Sabino. Por eso, la gente de este pueblo son descendientes de los habitantes que viven en el interior del Cerro del Culiacán.


La Pecadora Penitente

Corría el año de 1919, comenzó a notar el guarda nocturno del Jardín de Capuchinas, hoy "Amado Nervo" que ya muy entrada la noche, y los más de los días, una mujer de pueblo permanecía hincada en el quicio de la puerta del templo, tapado el rostro, dejando escapar sollozos amargos y suspiros prolongados, sin que aquellos mitigasen su dolorida pena, puesto que al día siguiente allí se le volvía a ver en la misma actitud.

El guarda observaba que a pesar de la inclemencia de las estaciones y el tiempo, la mujer no faltaba ninguna noche, permaneciendo allí hasta las tres o cuatro de la mañana. Y cosa rara, nunca vió el guarda a qué hora precisa desaparecía.

Pasó el tiempo y tanto el citado sereno como los caminantes nocturnos que solían pasar por allí, siempre la vieron, sin que nadie se atreviese a interrumpir sus soponcios y rezos, contentándose con apodarla la pecadora penitente.

Y como todo lo misterioso y desconocido, la gente comenzó a inventar leyendas y consejas que fueron tomando poco a poco proporciones gigantescas llegando a lo inverosímil.

Unos contaban que había prometido a la Virgen del Rosario ir todas las noches, robando a su cuerpo el apetecido descanso, a rezarle y llorarle, hasta que su marido volviese, pues se lo habían llevado en la leva.

Otros, que había sido monedera de falso, y que habiendo enfermado de gravedad, pidió padre y se confesó, y aquello era el cumplimiento de la penitencia impuesta por el confesor.

Otros creían que era la policía secreta, más sea de ella lo que se quiera, pero el hecho fue que nadie supo qué objeto tenía aquella vigilia constante.

Cuando hubo cambio de guarda, éste se aventuró a preguntarle qué objeto perseguía allí, y por toda contestación obtuvo un prolongado suspiro, el guarda insistió y sólo se le oyó decir en voz baja: "Dejadme rezar, que yo a nadie perjudico", y continuó llorando y rezando entre dientes, pero aquel nunca pudo saber si era vieja, muchacha, fea o bonita, no sólo porque no enseñaba la cara, pero ni aún por el timbre de voz.

De tal manera abundaron las consejas de la pecadora penitente, que ya pasadas las once, nadie que no estuviese cargado de alcoholes su cerebro se atrevía a pasar por las puertas del vetusto Templo de Capuchinas.

Un buen día desapareció, nadie supo a dónde fue, pero por algún tiempo anduvo su leyenda de boca en boca, aún después de terminada su penitencia. ¿Tendría relación su estancia, incrustada en la puerta del templo por tantas noches, con el sacrílego robo que se cometió meses después en el templo?, donde fue sustraído el sagrario con el copón y las sagradas hostias.


El Por Qué de los Milagros del Santo Niño de las Maravillas

Ya era el mes de septiembre y no había llovido en todo el año, las siembras y el ganado se habían perdido, escaseaba el agua hasta para beber. Los antiguos habitantes de la Quemada estaban desesperados, pesaron llenos de fe, que si paseaban a un Santo Niño por sus campos, éste haría el milagro de que lloviese.

El pueblo entero decidió que una comisión de vecinos se trasladara a Salvatierra, con el fin de conseguir en alguna iglesia un Santo Niño, anduvieron visitando los templos, pero en ninguno había la imagen que necesitaban.

Desalentados se presentaron con los religiosos franciscanos y les plantearon su problema, les contestaron que no tenían la imagen que buscaban pero que les podían prestar el niño que tenía San Antonio.

Los Vecinos pasearon al Santo Niño de San Antonio que les prestaron. Al terminar la procesión advirtieron que en el cielo habían aparecido negros nubarrones anunciando una tremenda tormenta. Ésta llegó en forma de una gran granizada, causando destrozos no sólo en los campos, sino en el poblado mismo, derribando árboles y hundiendo los techos de las casas.

Al día siguiente, los vecinos se presentaron en el Templo de San Francisco, y solicitaron a los padres que les prestaran a San Antonio, para llevarlo a su pueblo y viera los destrozos que había causado su hijo. Los Religiosos accedieron y la imagen solicitada fue llevada por donde habían paseado al Santo Niño.

Los días siguientes llovió, y el Santo Niño empezó a conceder un gran número de milagros a todo aquel que le solicitaba alguna gracia. Cuentan los viejos del pueblo, que el niño se volvió milagroso para reparar los daños causados, y por la regañada que le dio San Antonio.


Leyendas Tomadas del Libro: "Leyendas, Cuentos y Narraciones de Salvatierra, Recopilación" de Miguel Alejo López

Poesía: La pedrada (parte 1)

Cuando pasa el Nazareno
de la túnica morada,
con la frente ensangrentada,
la mirada de Dios bueno
y la soga al cuello echada,

el pecado me tortura,
las entrañas se me anegan
en torrentes de amargura,
y las lágrimas me ciegan
y me hiere la ternura…

Yo he nacido en esos llanos
de la estepa castellana,
cuando había unos cristianos
que vivían como hermanos
en república cristiana.

Me enseñaron a rezar,
enseñándome a sentir
y me enseñaron a amar,
y como amar es sufrir,
también aprendí a llorar.

Cuando esta fecha caía
sobre los pobres lugares,
la vida se entristecía,
cerrábanse los hogares
y el pobre templo se abría.

Y detrás del Nazareno
de la frente coronada,
por aquel de espigas lleno
campo dulce, campo ameno
de la aldea sosegada.

los clamores escuchando
de dolientes Misereres,
iban los hombres rezando,
sollozando las mujeres
y los niños observando...

¡Oh, qué dulce, qué sereno
caminaba el Nazareno
por el campo solitario,
de verduras menos lleno
que de abrojos el Calvario!
¡Cuán suave, cuán paciente
caminaba y cuán doliente
con la cruz al hombro echada,
el dolor sobre la frente
y el amor en la mirada!

Y los hombres abstraídos,
en hileras extendidos,
iban todos encapados,
con hachones encendidos
y semblantes apagados.

Y enlutadas, apiñadas,
doloridas, angustiadas,
enjugando en las mantillas
las pupilas empañadas
y las húmedas mejillas,

viejecitas y doncellas,
de la imagen por las huellas
santo llanto iban vertiendo…
¡Como aquella, como aquellas
que a Jesús iban siguiendo!

Y los niños admirados,
silenciosos, apenados,
presintiendo vagamente
dramas hondos no alcanzados
por el vuelo de la mente,

caminábamos sombríos
junto al dulce Nazareno,
maldiciendo a los judíos,
"!que eran Judas y unos tíos,
que mataron al Dios bueno!"

II

¡Cuántas veces he llorado
recordando la grandeza
de aquel hecho inusitado
que una sublime nobleza
inspiróle a un pecho honrado!

Poesía: La pedrada (parte 2)

La procesión se movía
¡Qué triste el sol se ponía!
¡Cómo lloraba la gente!
¡Cómo Jesús se afligía!...

¡Qué voces tan plañideras
el Miserere cantaban!
¡Qué luces que no alumbraban,
tras las verdes vidrieras
de los faroles brillaban!

Y aquel sayón inhumano,
que al dulce Jesús seguía
con el látigo en la mano,
¡qué feroz cara tenía!
¡qué corazón tan villano!

¡La escena a un tigre ablandara!
Iba a caer el Cordero
y aquel negro monstruo fiero
iba a cruzarle la cara
con el látigo de acero…

Mas un travieso aldeano,
una precoz criatura
de corazón noble y sano
y alma tan grande y tan pura
como el cielo castellano,

rapazuelo generoso
que al mirarla, silencioso,
sintió la trágica escena,
que le dejó el alma llena
de hondo rencor doloroso.

se sublimó de repente,
se separó de la gente.
cogió un guijarro redondo,
miróle al sayón la frente
con ojo de odio muy hondo,

paróse ante la escultura,
apretó la dentadura,
aseguróse en los pies,
midió con tino la altura,
tendió el brazo de través,
zumbó el proyectil terrible,
sonó un golpe indefinible,
y del infame sayón
cayó brotando la horrible
cabezota de cartón.

Los fieles, alborotados
por el terrible suceso,
cercaron al niño airados,
preguntáronle admirados:

-¿Por qué, por qué has hecho eso?...
Y el contesta agresivo,
con voz de aquellas que llegan
de un alma justa a lo vivo:
-"¡Porque sí, porque le pegan
sin hacer ningún motivo!

III

Hoy, que con los hombres voy,
viendo a Jesús padecer,
interrogándome estoy:
¿Somos los hombres de hoy
aquellos niños de ayer?

J M G y G

Historia

Historia de la Coronación de
Nuestra Señora de la Luz

RESÚMEN HISTÓRICO SOBRE LA IMAGEN DE
NUESTRA SEÑORA DE LA LUZ
(continuación)

Consérvase como una constante tradición en Salvatierra la de que el Libertador D. Agustín Iturbide impuso a la Sagrada Imagen de Nuestra Señora de la Luz una banda y un bastón, honrándola como a Generala del Ejército Mexicano. Se ha puesto en duda este hecho, alegando que D. Agustín no llegó a venir a Salvatierra en el tiempo de su campaña por la Independencia; pero a pesar de eso, se dice por los antiguos, que cuando vino a ofrecer el bastón a la Virgen, no venía acompañado de tropa, lo cual pudo hacer muy bien sin que tomara nota la Historia.

A mí se me obsequió por una religiosa Capuchina, Sor Teresa, siendo ella de 95 años, una pequeña cruz de oro, que había traído el mismo Iturbide como obsequio al Niño Dios de la Madre Priora, cuando vino a ofrecer el bastón a la Santísima Virgen, y se me han contado por los más viejos, detalles minuciosos de su venida y de su ofrecimiento, que ellos recibieron de sus mayores, algunos de ellos testigos presenciales. Iturbide había estado antes en Salvatierra y en el templo de Nuestra Señora de la Luz, como él confiesa en su diario, en el año de 1815, y trabó entonces amistad con algunas personas: Bien pudo venir a tratar con ellas de la pretendida independencia, sin que se diera cuenta su Ejército.

Otras tradiciones que se tienen son las siguientes: A mediados del siglo pasado se introdujo un ladrón al templo: despojó a la Imagen de sus alhajas, y ya salía llevándolas, a las altas horas de la noche, cuando al pasar por lo que ahora es casa cural, se soltó una mula o caballo perteneciente al Párroco, y se enredó en la cuerda que, pendiente del badajo de la campana caía hacia el patio, y al querer soltarse, tocó la campana, con lo que despertando el campanero, aprehendió al ladrón.

Años más tarde, otro ladrón se quedó encerrado en el templo y despojó igualmente a la Imagen de sus alhajas; pero al salir, trepando por una escalera, resbaló ésta, dando con una puerta, que al golpe se abrió: En la pieza dormía la familia del sacristán, la que despertó y se pudo aprehender y recogerle el robo.

Todos los moradores de Salvatierra se dieron cuenta en el año de 1856, en una noche en que nadie durmió, por estar en espera de una partida de rebeldes, cómo se iluminaba la parroquia al grado de creerse que se estaba incendiando, razón por la cual acudieron muchos en tropel, y no encontraron incendio ni causa de la luz.

NUESTRA SEÑORA DE LA LUZ

En el año de 1925, estando yo en Salvatierra, y habiendo recibido especiales favores de la Virgen Santísima de la Luz, indiqué al Sr. Cura D. Rafael Lemus, que entonces era el Párroco de la ciudad, que promoviera la coronación canónica de la Imagen. Él lo propuso a un grupo de vecinos, pero la persecución religiosa, que poco después se desató, no dio tiempo a madurar la idea. Próximo el día en que el culto debía suspenderse en los templos, escribí desde el pueblecito en que estaba destinado, al Excmo. Sr. Arzobispo Dr. D. Leopoldo Ruiz, proponiéndoles como medio para conseguir la paz de la Iglesia, el que se hiciera a la Santísima Virgen de la Luz de Salvatierra la promesa de coronar su Imagen, tan luego como se tuvieran las garantías para hacerlo. El Prelado aprobó la idea y contestó que la hacía enteramente suya, poniendo como única condición la de que no se fijara plazo a la Virgen Santísima, y nos mandó sendos nombramientos al Sr. Lemus y a mi, para que, dado el caso, arregláramos lo concerniente a la coronación. El culto se suspendió durante tres años y al reanudarse fui honrado con el nombramiento de Vicario sustituto del Sr. Lemus en el curato de Salvatierra, y poco después, Párroco. Para las fiestas de la Virgen Santísima de la Luz, invitaba anualmente a diversos Sres. Obispos, a quienes manifestaba la promesa que se la tenía hecha y logré que todos ellos la hicieran suya. Así secundaron la idea los Excmos. Sres. D. Luis M. Martínez, D. José Garibi, D. José González Valencia, D. Vicente Camacho, D. Leopoldo Lara, D. Guillermo Tritschler, D. Nicolás Corona, D. Francisco Campos y D. Miguel Miranda.

Tanto por la plena aprobación de los Prelados, como por haber sido el primero en hacer la promesa el Excmo. Sr. Ruiz, que entonces era el Delegado Apostólico para la República Mexicana, y también por la multitud de favores que la Santísima Virgen de la Luz empezó a impartir dentro y fuera de Salvatierra, aun en lugares distantes, como augurio de paz para la iglesia, comenzó a ser más intenso su culto y comenzaron a venir romerías de diversos lugares, aun de otras diócesis, a visitarla.

Aunque se reanudó el culto el año de 1929, la persecución religiosa se hizo aun más dura que antes, pues no sólo se limitaba el número de Sacerdotes a quienes se toleraba que oficiaran, sino se buscaban mil dificultades y trabas a la Iglesia. En estas circunstancias, el 11 de mayo de 1932, fiesta de la Santísima Virgen de la Luz, díjole una misa el Excmo. Sr. Delegado Apostólico Dr. D. Leopoldo Ruiz, en su mismo templo, pidiendo la libertad de la Iglesia, y el actual Excmo. Sr. Arzobispo de México, Dr. D. Luis Martínez, interpretando los sentimientos del Excmo. Sr. Ruiz, desde el púlpito repitió la promesa de la coronación, tomando como texto aquellas palabras de la Santa Escritura: "Veni de Libano et coronaberis". Desciende de los cielos en nuestra ayuda y serás coronada.

Después el Excmo. Señor Ruiz fue llevado al destierro de una manera violenta, pues de improviso se le aprehendió y se le envió en aeroplano a los Estados Unidos. Todo parecía contrario a la coronación y sin embargo, el Sr. Ruiz no dejó de abrigar la confianza, ni de alentar a sus desconsolados hijos, con tan bella esperanza.

Con su carácter de Delegado Pontificio, concedió a todos los fieles de la Nación indulgencias por rezar devotamente la siguiente oración: "Reina de Cielos y tierra y singular Protectora de nuestra Nación: Tú que trajiste al mundo la Luz ilumina las inteligencias, purifica las costumbres, santifica al Clero; concédenos la paz religiosa y la libertad necesaria para que tu Imagen de la Luz sea solemnemente coronada".

Entre tanto, como se dijo, la idea de la coronación era aceptada por los Prelados de Guadalajara, Durango, San Luis Potosí, Tacámbaro, Tabasco y Papantla.

PREPARACIÓN REMOTA DE LA CORONACIÓN

Se pensó en preparar el templo entre tanto, ya que había tiempo, y con aprobación del Excelentísimo Sr. Arzobispo Auxiliar, Dr. D. Luis M. Martínez, se fundó en 1931 un Comité con especial encargo de hacer preparativos para la coronación. A este mismo Comité se le dio el carácter de Corte de Honor de la Reina de las Luces, y más tarde fue reglamentado para que se entendiera con todo lo relativo al cuidado y ornato de la Sagrada Imagen.

En lo primero que podía ir trabajando el Comité era en colectar limosnas para preparar el templo. Con ayuda de él, se rasparon los muros, que resultaron ser de muy bellas canteras rosa y lila, todas talladas: pero que habían sido lastimosamente ocultas con enjarres y blanqueos; se doraron los capiteles de las columnas y los filos de las cornisas: se raspó igualmente la cúpula por la parte interior y por la exterior se revistió de azulejos; se sustituyó la balaustrada de madera que rodeaba el presbiterio y los cruceros, por otra de cantera y mármoles, adornándola con estatuas de angelitos tallados en mármol, que sostienen globos de luz.

Estas estatuas fueron talladas en Italia. Se sustituyó la antigua mesa del altar mayor por una de mármoles blanco y rosa de Carrara y Bolonia, e igual cosa se hizo con el basamento del nicho de la Imagen y con las gradas superiores e inferiores del altar. En la Sacristía se construyó una doble escalinata de granito, que da acceso por ambos lados a un pequeño camarín de vidrios emplomados, que corresponde a la parte posterior del nicho de la Imagen y está sentado sobre un pórtico de cantera tallada.

Dentro de ese camarín se puso una puerta primorosamente tallada en maderas preciosas, que da acceso, por medio de gradas de mármol, al mismo nicho donde se venera la Imagen. Toda la Sacristía recibió aliño en sus muros y en el pavimento y fue adornada con repisas en las que descansan siete estatuas de los Santos Padres que defendieron algunas de las verdades referentes a la Santísima Virgen de la Luz; todo del siglo XVIII. Se arregló en el centro un artístico tragaluz que había estado tapado, con vidrios de colores y en las ventanas de dicha estancia, lo mismo que en todas las del templo, se pusieron vidrieras de colores, siendo las del templo bonitos emplomados, que representan diversas figuras.

El primero de febrero de 1937, se dignó consagrar el templo de la Madre Sma. de la Luz el Excmo. Sr. Arzobispo D. Luis M. Martínez, colocando en su ara mayor las reliquias de los santos: Diódoro, Eutropo, Gaudioso, Honorato, Teódulo, Verecundio, Alicia, Yucunda y Pía. El día siguiente, lo mismo que en años anteriores, hubo misa pontifical, que esta vez cantó el Excmo. Sr. Corona, Obispo de Tziutlán, predicando en ella el Excmo. Consagrante del templo, y Arzobispo entonces, Titular de Bizia, y Coadjutor de Morelia, Dr. D. Luis M. Martínez.

En los años transcurridos desde el de 1930 hasta la coronación, el culto de la Santísima Virgen de la Luz aumentó notablemente y su advocación fue más conocida.

En la fiesta principal, que se celebra el miércoles infraoctava de la Ascensión, estuvieron todos estos años, presentes dos Prelados, uno que cantaba la misa y otro que predicaba. Diversos Señores Obispos y Arzobispos de la Nación, oficiaron en estas fiestas. Se estableció también el octavario, con misas solemnes, y función el día octavo, que no dejó tampoco de cantar algún Prelado. Todos los días de la octava ha quedado manifiesto durante el día, el Santísimo Sacramento.

De las peregrinaciones que han venido año por año a visitar a la Virgen Santísima de la Luz e implorar la paz para la Iglesia, han sido las más notables, la de la ciudad de Querétaro, al frente de la cual ha venido el católico caballero D. Ildefonso Tapia, trayendo los peregrinos varios obsequios, entre otros, el del magnífico Orfeón que dirige el célebre artista Canónigo D. Cirilo Conejo, y que ha desempeñado la parte musical. Son también dignas de mencionarse las peregrinaciones de Celaya, Acámbaro, Zinapécuaro, Contepec, El Jaral y una muy numerosa que vino varios años de Santa Ana Maya, el día 2 de febrero.

La fiesta principal fue arreglada por medio de comisiones, rivalizando éstas en el desempeño de su cometido.
(continuará…)

Tomado del "Álbum de la Coronación de
Nuestra Señora de la Luz"

Reflexiones

Reflexiones para el Mes de: Abril

Dios da el alimento a las aves, pero no se lo echa en el nido, tienen que ir a buscarlo. Dios da las soluciones a nuestros problemas, pero nos deja a nosotros el trabajo de esforzarnos por encontrar dónde están esas soluciones.
(Lelotte)

Hay velas que todo lo alumbran, menos su propio candelero. Hay gentes que demuestran simpatía y amabilidad con todos, menos con los de su propia casa.
(Proverbios)

Es necesario corregir al joven, no darle exagerada libertad y no disimular ni justificar sus faltas, porque si se le deja crecer libremente en sus defectos, se volverá insoportable.
(S. Biblia Ecle. 30,11)

Tener buena salud, alegría y buen ánimo vale más que tener mucho dinero. Poseer buenas energías y aptitudes para trabajar es mejor que poseer una fortuna.
(Ecl. 30,16)

DIGNIDAD ES: tener un gran respeto por sí mismo y por los demás y sentir asco y temor por todo lo que mancha y deshonra.
(Santo Tomás)

No dejes que te domine la tristeza, ni te atormentes con recuerdos tristes del pasado o preocupaciones asustadoras por el futuro, que eso te hace mucho mal.
(Ecl. 30,21)

Una persona tiene un carácter tanto más pequeño y débil cuanto más pequeñas son las cosas que le hacen ponerse de mal genio.
(Pascal)

El futuro será de los que se preparen para el futuro.
(Shlinder)

Lo importante es: que aunque algunas veces procedamos mal, sin embargo no hayamos planeado proceder así.
(Fulton Sheen)


La cólera, el mal humor y la tristeza acortan la vida. Los afanes y preocupaciones traen vejez antes de tiempo.
(Ecl. 30, 24)

Aléjate de la ocasión, y Dios te alejará del pecado.
(Kempis)

Miserable no es el que tiene poco, sino el que no se contenta con nada.
(Filon)

Una persona tiene un carácter tanto más pequeño y débil cuanto más pequeñas son las cosas que le hacen ponerse de mal genio.
(Pascal)

Tomadas del Libro: "Pensamientos Luminosos para Todos los Días"


Maravillas de El Espíritu Santo

15°. Lo que han dicho los Grandes Personajes acerca del Espíritu Santo
(continuación)

11º. HAGA LA PRUEBA

Crea usted en el poder del Espíritu Santo y verá los resultados maravillosos en la conversión de las almas. Si el orgullo te dice que las conversiones las obra usted a otra persona con sus palabras o discursos, esa es la más pavorosa mentira. Pero si usted cree que el Espíritu Santo sí es capaz de convertir a los pecadores, y si quiere hacerles ese inmenso bien, dedíquese a trabajar por ellos, y verá resultados maravillosos. No le pedimos que nos crea. Sólo le pedimos que haga la prueba (Wilkerson).

San Cirilo narra una gran experiencia: "En mi larga vida de magisterio he llegado a constatar esta importante verdad: Que es imposible sufrir valientemente por Cristo sin recibir la ayuda del Espíritu Santo Consolador. Si resulta cierto lo que afirmaba San Pablo que "Ninguno puede decir que Cristo es el Señor, sin la ayuda del Espíritu Santo" (1 Cor. 12, 3), también lo es, y mucho más, que nadie es capaz de sufrir dignamente por amor de Cristo, sin la ayuda del Divino Espíritu. Admirable la grandeza Omnipotente del Espíritu Santo que va repartiendo valor a millones de seres humanos en toda la tierra para sufrir con amor y valor todas las contrariedades que se les presentan, ofreciéndolo todo con generosidad a Cristo Señor".


13º. UN PÁRRAFO FAMOSO:

Hay una frase famosa del Papa San Gregorio: "Prodigioso el poder del Espíritu Santo: Él hace de un pastor un profeta (David), de un buscador de asnos un líder (Saúl), de un jovencito un juez de ancianos (Daniel), de un pescador un predicador y jefe de la Iglesia, de un publicano, un evangelista, y de un perseguidor, el más grande apóstol de los gentiles. Oh: Qué gran artista es el Espíritu Santo".


14º. LO QUE DECÍA UN GRAN ORADOR:

San Juan Crisóstomo, el más célebre predicador de la antigüedad, tiene este bello párrafo acerca del Divino Paráclito: "Muchos dones nos han enviado Jesucristo desde el cielo, pero ninguno semejante al que nos envió el día de Pentecostés. Y lo más consolador es que este don sigue siendo enviado cada día a la tierra. Nosotros enviamos al cielo nuestra oración y nuestra fe, y Jesucristo nos responde enviándonos al Espíritu Santo y sus dones. Cuando me llega el miedo a condenarme, por mis muchos pecados, me consuelo pensando: "Espero que sí me salvaré, porque, si Dios no hubiera decidido salvarme no me habría enviado al Espíritu Santo"

Y repito con el apóstol: la salvación no la voy a obrar yo, sino la gracia de Dios que obra en mí. ¿Quién fue el que le dio eficacia a la predicación de los apóstoles? ¿Quién les concedió a los primeros cristianos la admirable caridad que tenían para con todos? ¿Quién fue el que obró la conversión del mundo? Fue el Espíritu Santo. Y Él obrará también mi santificación, si no me opongo a sus planes de salvación".
(continuará)…

ORACIÓN POR LA FAMILIA

Padre Celestial, nos has dado un modelo de vida en la Sagrada Familia de Nazaret.
Ayúdanos, Padre amado, a hacer de nuestra familia otro Nazaret, donde reine amor, la paz y la alegría.
Que sea profundamente contemplativa, intensamente eucarística y vibrante con alegría.
Ayúdanos a permanecer unidos por la oración en familia en los momentos de gozo y de dolor.
Enséñanos a ver a Jesucristo en los miembros de nuestra familia especialmente en los momentos de angustia.
Haz que el corazón de Jesús Eucaristía haga nuestros corazones mansos y humildes como el suyo y ayúdanos a sobrellevar las obligaciones familiares de una manera santa.
Haz que nos amemos más y más unos a otros cada día como Dios nos ama a cada uno de nosotros y a perdonarnos mutuamente nuestras faltas como Tú perdonas nuestros pecados.
Ayúdanos, oh Padre amado, a recibir todo lo que nos das y a dar todo lo que quieres recibir con una gran sonrisa. Inmaculado Corazón de María, causa de nuestra alegría, ruega por nosotros.
Santos Ángeles de la Guarda permaneced a nuestro lado, guiadnos y protegednos.


Oración para Sonreír

Señor, renueva mi espíritu y dibuja en mi rostro
sonrisas de gozo por la riqueza de tu bendición.
Que mis ojos sonrían diariamente
por el cuidado y compañerismo
de mi familia y de mi comunidad.
Que mi corazón sonría diariamente
por las alegrías y dolores que compartimos.
Que mi boca sonría diariamente
con la alegría y regocijo de tus trabajos.
Que mi rostro dé testimonio diariamente
de la alegría que tú me brindas.
Gracias por este regalo de mi sonrisa, Señor.
Amén.

Tomado del Libro: La Madre Teresa de Calcuta,
Vida y Meditaciones

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